El Festival Internacional de Cine de Gáldar estrena el día 21, a las 20:00 horas, en el Centro Cultural Guaires, el último cortometraje del cineasta grancanario Daniel León Lacave, ‘Madres’, en su sección oficial a concurso, junto a otros nueve trabajos de procedencia internacional. El trabajo de Lacave, que aborda el tema de la gestación subrogada, es el único corto canario que opta al premio en su categoría.
Lacave, que confiesa que “he preferido alejarme del panfleto y el discurso políticamente correcto y sentarme a esperar a escuchar las interpretaciones que saquen propios espectadores sobre el citado tema”, es de la opinión que su mejor trabajo siempre es el último. “Asimilas que aprendes un poco más siempre en cada cortometraje que haces. Da igual que hayas hecho una o cien películas. Siempre aprendes algo nuevo en la última que hiciste”
El director aconseja a los jóvenes que deseen iniciarse en el mundo audiovisual “que se rodeen de personas que tengan la misma pasión y el mismo amor por la creación audiovisual. No hace falta que sean profesionales, de hecho, mejor que no lo sean. Olvídense de escuelas de cine y de talleres: la mejor escuela es la calle. Planta en el suelo tu trípode prestado por un amigo y la camarita digital que te compró tu madre y tira planos. Les aseguro que en ese primer trabajo aprenderás más de tus errores que lo que te pueda enseñar cualquier profesor de academia”.
Lacave estima que “el mundo del cortometraje se está volviendo también muy exclusivo. La revolución digital se ha traicionado a sí misma. Recuerdo los primeros años del presente siglo como un tiempo maravilloso de explosión creativa. Los festivales fueron entrando en razón y dejando atrás el 35mm para aceptar el vídeo digital. Pero luego llegaron las DSLR, que aún eran asequibles, y después llegó la Red One, y la Arri, y ya los festivales volvieron a cribar los trabajos con respecto a la cámara con la que habías rodado, en vez de con respecto a lo que habías rodado. Entonces se acabó el sueño aquel de Cocteau de que el cine solo sería un arte el día que los materiales para hacer una película fueran tan baratos como el lápiz y el papel, porque solo así sería democrático, y entonces solo contaría tener talento o no tenerlo. En fin, fue bonito mientras duró”.
El cineasta grancanario autor de ‘Madres’ no piensa desistir de su línea de trabajo que ha venido marcando su filmografía, su interés por radiografiar lo social. Sobre la irrupción de las plataformas y su penetración creciente en los hogares, Lacave cree que “son el presente y el futuro del cine. Adoptar una postura romántica ante las salas de cine, las posibilidades de la pantalla grande y su sentido social está muy bien, y yo me apunto el primero, porque adoro las causas perdidas. Pero hay que ser realistas porque esto es imparable por mucha pena que nos dé a algunos”, dice. “En el fondo creo que es una involución. Los hermanos Lumiere lucharon por sacar el cine de aquellas cajas negras rectangulares individuales pensadas para un solo espectador, para proyectarlo en una pantalla grande para el mayor número de espectadores posibles al mismo tiempo. Y ahora hemos vuelto a las cajas negras rectangulares individuales, tablets, móviles y, en el mejor de los casos, televisores familiares para cuatro o cinco espectadores. Es como volver a antes de los Lumiere, salvando las distancias”, añade.
Daniel León Lacave recomendaría, entre los cortometrajes que ha visionado últimamente, ‘Tunisia 2045’, de Ted Hardy Carnac. Un potente cortometraje francés que presenta una inteligente paradoja sobre la inmigración. Luego ‘Primeros días’, de Luis E Pérez. Lo vi en el Festival de Alicante y es de esos que te dices «jolín, me hubiera encantado hacerlo yo, por qué no se me ocurrió a mi antes», y como corto canario, ‘Teatro de sombras’, de Josep Vilageliu. Tiene algo hipnótico”, concluye