· Se han recuperado huesos de seis personas, algunas de las cuales fueron enterradas boca abajo y aparentemente maniatadas
· La actuación ha sido una de las primeras ejecutadas por el nuevo Servicio de Intervenciones Arqueológicas de Urgencia creado por el Cabildo de Gran Canaria
Una vez más, la colaboración ciudadana ha permitido que el Cabildo de Gran Canaria haya podido recuperar y estudiar un yacimiento arqueológico desconocido hasta el momento, que se ha descubierto en una zona acantilada de Caleta de Arriba, en la costa de Gáldar, y en el que han aparecido restos humanos de seis personas, con la peculiaridad de que algunos fueron enterrados boca abajo y aparentemente maniatados.
La intervención, impulsada por el Servicio de Patrimonio Histórico de la Consejería de Presidencia y Patrimonio, que tutela Teodoro Sosa, corrió a cargo de la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio y se produjo durante los pasados meses de marzo y abril, en una área en la que la erosión natural dejó al descubierto una antigua cueva de habitación prehispánica, que quedó sepultada por un derrumbe masivo. De acuerdo con las y los expertos, con el paso del tiempo, ese mismo derrumbe sirvió como lugar de enterramiento, tal y como se dedujo de la presencia de huesos humanos de, al menos, dos individuos adultos, que quedaron al descubierto por la acción de las lluvias. Así, los trabajos se desarrollaron en ambos depósitos arqueológicos, si bien se priorizó la recuperación de los enterramientos, ya que ese material presenta una mayor fragilidad y riesgo de deterioro.
Los primeros indicios disponibles llevaron a pensar al personal técnico que los enterramientos podrían corresponder a un aprovechamiento funerario de este lugar por parte de los antiguos canarios. Sin embargo, la intervención arqueológica ha desvelado rasgos singulares, al determinarse que los restos pertenecen a hombres adultos y adultos-jóvenes, que no están amortajados y que, como principal característica, algunos de ellos fueron enterrados boca abajo y aparentemente maniatados.
Desde el Servicio insular de Patrimonio Histórico se especifica que el número de individuos identificados asciende a seis, que se encontraban en puntos distintos y que, en algunos casos, estaban colocados unos sobre otros, sin ningún cuidado en su disposición. Además, se detalla que los cuerpos fueron cubiertos por grandes piedras del propio derrumbe, lo que ocasionó que se fracturasen varios huesos. Y se recalca también que, salvo esos restos humanos, no se han identificado otros materiales que permitan realizar una asignación cronológica-cultural a los enterramientos, aunque no hay dudas acerca de la singularidad de estos depósitos y de que requieren una investigación de mayor profundidad.
Por el momento, y una vez culminada la fase de trabajo de campo, los restos humanos están en proceso de estudio y ya se han seleccionado las muestras para su datación por Carbono 14, por lo que el Servicio prevé que, en unos meses, se contará con nuevos indicios que permitirán explicar este hallazgo.
Primeras acciones del Servicio de Intervenciones Arqueológicas de Urgencia
Esta ha sido una de las primeras actuaciones ejecutadas por el nuevo Servicio de Intervenciones Arqueológicas de Urgencia con que cuenta el Servicio de Patrimonio Histórico por primera vez en su historia, cuyo propósito es agilizar los procedimientos de trabajo, para dar respuesta a situaciones como la que se ha producido en Caleta de Arriba.
Y es que, según las mismas fuentes, los hallazgos casuales de materiales arqueológicos, las afecciones naturales o antrópicas sobre yacimientos arqueológicos, los problemas de conservación o de expolio, así como el desarrollo de intervenciones de distinta índole sobre el territorio, tanto públicas como privadas, pueden conllevar que, ante el peligro de destrucción o alteración del patrimonio arqueológico insular, deban ponerse en marcha actuaciones arqueológicas de emergencia, que requieren una inmediatez que avale la adecuada protección de este tipo de bienes. Con dichas acciones, se persigue garantizar el salvamento, la conservación y la documentación de los bienes muebles e inmuebles afectados por cualquier circunstancia que ponga en peligro un yacimiento arqueológico o cualquiera de los elementos que lo integran.
Por último, el personal del área de Patrimonio Histórico del Cabildo incide en que la colaboración ciudadana es imprescindible para llevar a cabo la adecuada protección y documentación de hallazgos arqueológicos, que, como ejemplifica este caso, pueden aportar información novedosa sobre la historia de Gran Canaria.