Barrial despidió ayer domingo el Día Mayor de las fiestas en honor a Nuestra Señora de Los Desamparados y, no la despidió de cualquier manera, puesto que por todos es sabido que el periodo festivo desde el pasado viernes ha sido muy intenso y frenético, sin embargo, no ha decaído la participación de un barrio entregado a sus fiestas y, que una vez más ha sabido estar a la altura de las circunstancias.
Las fiestas continuaron su desarrollo tras la procesión de por la mañana, durante la jornada vespertina tuvo lugar en la plaza José Rodríguez Quintana la tradicional ordeñada de la cabra. Con la leche recién ordeñada y “jalada” de gofio, empezó el reparto por la junta directiva de la A.V. “Amagro”, entre las Reinas, Rey y Corte de honor de las fiestas. También el público que le apeteció disfrutó de la enérgica y tradicional merienda.
Seguidamente, le llegó al turno a la Batalla de Flores contando esta con una asistencia considerable de público, que disfrutó primeramente durante dos vueltas de la belleza de las carrozas que componían el desfile, en la tercera vuelta cuando comenzó el lanzamiento de bolas, se unieron dos camionetas que transportaban múltiples personas en su parte trasera, con el claro objetivo de tener una mayor interacción entre la gente de a pie y las personas que iban formando parte del desfile. Podríamos hablar de unas cien personas; entre las sesenta que iban en las cinco plataformas y unas cuarenta entre las dos camionetas.
Una vez comenzó la parte del lanzamiento de bolas, se desató una batalla campal de confeti entre todos los asistentes, que no dejaban caer una bola al suelo; el ataque de uno era contrarrestado con la misma moneda, sin tener consideración alguna con su contrincante, esto provocó una clara sinergia que enarbolo la batalla de flores y tiñó de blanco confeti las calles de Barrial, síntoma de la nutrida participación. Además, de crear un ambiente sano y fiestero, entre mayores, adultos, jóvenes y menores, dejando esto un buen sabor de boca entre todos los participantes.
La noche acabó con el concierto del grupo Son del Caney, que acogió la plaza José Rodríguez Quintana. La citada formación musical con un formato sencillo y muy tradicional, sus interpretaciones trasladaron al público hasta la otra orilla, más concretamente a la música campesina nacida en Cuba. Son del Caney nace en el verano de 2013, con componentes de Agaete y La Aldea de San Nicolás.
El programa de fiestas continua mañana lunes veintiséis, a las 17:00h en el Salón de Actos, fases de grupos del primer Torneo Tenis de Mesa Virgen de Los Desamparados. Colabora el Club de Tenis de Mesa Galagagui. El martes y el miércoles le toca el turno al bingo sorpresa, que tendrá lugar en el Salón de Ocio de la asociación de vecinos, a las 19:00horas.