Muchas personas se ejercitan para prevenir las enfermedades cardiacas. Sin embargo, el ejercicio también puede jugar un papel muy importante en la prevención del cáncer. La mayoría de los cánceres son producto de factores relacionados con el estilo de vida, y no con la genética.

Reduzca el tamaño de su cintura y su riesgo de cáncer de mama Más de 24 estudios han demostrado que el riesgo de cáncer de mama de las mujeres que se ejercitan es de 30% a 40% menor que el de las mujeres con un estilo de vida sedentario. Al parecer, el estrógeno (hormona femenina) juega un papel muy importante. Las mujeres con altos niveles de estrógeno en la sangre tienen un riesgo mayor de cáncer de mama. Como el ejercicio disminuye los niveles de estrógeno en la sangre, también ayuda a disminuir el riesgo de cáncer de mama. El ejercicio también reduce otros factores que contribuyen al desarrollo del cáncer, tales como la insulina.

Incluso las mujeres mayores tienen que preocuparse por el estrógeno porque las células grasas producen la hormona después de la menopausia. Las mujeres que se ejercitan tienen menos grasa y, por lo tanto, producen menos estrógeno. Cada año se descubren más de 150,000 casos nuevos de cáncer de mama en Estados Unidos. La prevención del cáncer mediante el ejercicio es una de las mejores maneras de tomar el control de su salud.

Gánele la batalla al cáncer de colon

El ejercicio juega un papel muy significativo en la prevención del cáncer de colon y rectal. Anualmente se les diagnostica cáncer colorectal a casi 15,000 estadounidenses y 50,000 morirán a causa de este. Es alentador saber que más de 36 estudios demuestran que las personas que se ejercitan reducen su riesgo de cáncer de colon en un 20% o más, en comparación con aquellas que son sedentarias. Los beneficios del ejercicio pueden notarse tanto en hombres como en mujeres, aunque el efecto es más significativo en los hombres.

Se cree que los cambios en los ácidos digestivos y otras sustancias que se producen con el ejercicio ofrecen un tipo de protección contra el cáncer de colon. La reducción de la grasa corporal, la insulina y otros factores de desarrollo del cáncer también podrían contribuir a la reducción del riesgo de cáncer de colon en quienes se ejercitan. Los estudios recientes revelan nuevas maneras de cómo la actividad física disminuye el riesgo de cáncer —desde la reducción de la inflamación crónica hasta el mejoramiento de la reparación del ADN.

¿Cuánto ejercicio es necesario?

Según las pautas nacionales para ejercitarse, una buena meta de ejercicio es 30 minutos al día, casi todos los días de la semana. Para obtener más beneficios aún, trate de ejercitarse durante una hora al día. Las actividades de intensidad moderada, como caminar a paso vivo, podrían ser suficientes, aunque se obtienen más beneficios con una mayor intensidad.

¡Levántese del sofá!

¡Es mucho más fácil de lo que cree! Media hora de actividad física diaria, como caminar, nadar lentamente, hacer recorridos lentos en bicicleta o jugar al golf sin carrito, puede ser un buen comienzo. Esta lista muestra más maneras de ser más activo:

– Use las escaleras en lugar del ascensor.
– Camine o monte en bicicleta para llegar a su destino. Dé una pequeña caminata después de comer.
– Ejercítese a la hora del almuerzo con sus amistades o amigos.
– Salga a bailar.
– Use un podómetro todos los días y observe elaumento en los pasos que da.
– Únase a un equipo deportivo.
– En lugar de enviarles correos electrónicos a sus compañeros de trabajo, camine para visitarlos.
– Monte en una bicicleta estacionaria o haga ejercicios abdominales, suba y baje las piernas o haga lagartijas mientras mira televisión.
– Estacione el auto lejos de la oficina, tienda o biblioteca y dé una buena caminata.
– Cuando el tiempo esté demasiado feo como para estar al aire libre, camine con un amigo en un centro comercial.
– No haga el mismo tipo de ejercicio todo el tiempo porque terminará por aburrirse o considerarlo como una tarea más.

Muchas veces las personas consideran el ejercicio estrictamente como una alternativa para perder peso o verse mejor. Estos incentivos podrían ser efectivos, pero el ejercicio se trata realmente de tomar las riendas de su salud evitar las enfermedades crónicas, como el cáncer, y vivir más.

Mujeres, ¡nunca es muy tarde para comenzar!

Incluso la actividad moderada puede ser crítica para ayudar a las mujeres con menopausia a disminuir su riesgo de cáncer, enfermedades cardiacas y otros padecimientos crónicos. El ejercicio reduce la grasa interna de los abdominales (la grasa intrabdominal), un factor escondido de riesgo porque aumenta los niveles de insulina, lo cual promueve el crecimiento de células cancerígenas y el aumento de los niveles de colesterol. La mayoría de las mujeres estadounidenses aumenta un promedio de 1 a 2 libras cada año, lo que equivale a niveles peligrosos a lo largo de la vida.

Lo bueno de usar el ejercicio para reducir la grasa total y la grasa intrabdominal —y, por consiguiente, las enfermedades crónicas— es que la mayoría de las mujeres lo puede hacer sin tener que gastar mucho dinero y no suelen verse afectadas por efectos secundarios.¡Nunca es muy tarde para disfrutar de los beneficios del ejercicio para la salud!

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