El viernes a primera hora debutaban frente al Caima Villaverde, campeón de Fuerteventura, en un partido que se complicó de inicio fruto de los nervios y de la tensión del primer partido, pero se fue controlando a medida que pasaban los minutos y se termina venciendo por 21-25.
Esa victoria clasificaba al Gáldar para semifinales ya que los majoreros habían perdido el día anterior con el campeón de Tenerife, Bm Los Cristianos, así que en el partido de la tarde se decidiría el primer puesto del grupo entre los campeones de las islas capitalinas.
Comenzó el Gáldar bastante fuerte en el duelo con Los Cristianos y no se vio en ningún momento superado en el marcador por los chicharreros que fueron siempre a remolque, se venció de manera cómoda (28-22).
Ya el sábado sería el día definitivo y decisivo donde se jugaban las semifinales y la gran final.
Los galdenses jugaron la primera semifinal contra el San José Obrero, campeón de Lanzarote, en un partido duro y que en los inicios dominaron los conejeros, que se iban en el marcador por un tanteo de 4-7, pero tras un tiempo muerto y un cambio de ritmo en el juego galdense se realizó un parcial de 7-2 y se fue asentando el juego de ataque, con lo que se iban al descanso con un 15-12 a favor.
En la segunda parte se controló el marcador y los tiempos de juego hasta llegar al final del partido con el marcador de 29-22 obteniendo de forma merecida el pase a la gran final.
Tocaba descansar y recuperar para rendir a tope en la final que se disputaría a las 5 de la tarde.
En la otra semifinal el Romade, subcampeón de Gran Canaria, se imponía al campeón de Tenerife, Bm Los Cristianos, lo que suponía jugar una final con duelo grancanario.
Dos equipos que se conocen bien de los últimos años ya que han luchado en varias categorías por las competiciones domésticas y ahora se enfrentaban por primera vez en terreno neutro y luchando por ser campeones regionales y obtener el premio de disputar el sector nacional del Campeonato de España.
Los de Gáldar salieron enchufados al partido y con una defensa sobresaliente y una portería que rindió a gran nivel se fueron rápidamente en el marcador lo que les permitió controlar durante todo el partido los diferentes momentos que se fueron dando.
Terminó la final con un 28-22 a favor del Gáldar, lo que supuso la explosión final de unos jugadores que celebraron su título regional junto con los padres que acudieron al evento.
Un título más que merecido por el trabajo realizado de los jugadores y la demostración de una gran madurez en estos eventos, cuestión clave en estos campeonatos lo que supuso que desplegaran su mejor juego en los últimos partidos y en las segundas partes, yendo de menos a más hasta conseguir el objetivo marcado por el club.
Su entrenador, Aday Sánchez nos comenta “estoy contento y orgulloso, pero no por el hecho de ser campeones, sino por como lo fueron, por como se comportaron en todos los momentos, supieron controlar todos los detalles que requieren estos eventos: el descanso, el tiempo para desconectar y relajarse, las pautas de que comer y como recuperar, como trabajaron el plan de partido. Se va viendo la madurez que están adquiriendo y las experiencias previas en estos campeonatos. Fuimos de menos a más gestionando los minutos de juego, reservando algunos jugadores para los momentos complicados, todo eso nos dio un plus para competir. Y el hecho de ver lo que transmiten, con sus actitudes y forma de proceder, y que personas de otros clubes, público y organización palpen ese espíritu y te hagan saber lo diferente que jugamos al resto y la imagen de deportistas que muestran, pues es el premio que me traigo yo y el resto de entrenadores del club, ya que ese es el objetivo real y principal del club: formar deportistas a través de la persona, y en base a ello llegará el rendimiento y premios como el disputar el Campeonato de España”.