Esta iniciativa que tuvo una muy buena acogida, permitió al autor galdense explicar y exponer a través de su obra y sus creaciones la importancia y la influencia del hábitat de este municipio y, en definitiva, “que somos resultado de dónde nos hemos criado y dónde hemos vivido nuestra infancia”.

Es difícil no verse influenciado por la fuerza de las texturas y colores del paisaje de Gáldar y de sus estructuras como las viviendas de los antiguos canarios, o el tallado en la toba de esas casas en la que vivieron sus moradores.

“Primero con las plantas cruciformes, las de las casas superpuestas, , las vigas del Palacio del Guanarteme, las espalderas, los invernaderos, las plegarias; entre otras, condicionaron de manera clara la visión sobre el entorno y todo lo que lo habita”.

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