La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pasó en su último parte de alerta naranja a amarilla en las cumbres y medianías, de modo que la previsión de lluvias es de 15 litros por metro cuadrado, lo que no conlleva riesgos.
Además, la posibilidad de que se produzcan lluvias locales, a las que los responsables de emergencias prestan especial atención, también ha disminuido.
La mejora de las previsiones y la escasa relevancia de las incidencias atendidas en las últimas horas ha hecho que la Dirección del Plan de Emergencias estime oportuno pasar a fase de alerta, siempre a expensas de cualquier cambio que se pueda producir.
Por ello, los servicios de emergencia se mantienen en sus bases preparados para actuar en cuanto sean requeridos si fuera necesario, agregó Brito, quien concluyó que la situación volverá a ser evaluada en las próximas horas.