Los cauces quedaron obstruidos por restos de vegetación, barro y piedras tras el temporal de los últimos días de octubre, cuando quedó obstaculizado la salida natural del agua al mar y se ha comenzado por los más afectados, los que desembocan en las playas de Melenara y Salinetas.

El Cabildo de Gran Canaria ampliará el radio de acción y en los próximos días intervendrá en los barrancos de Ojos de Garza y en el Barranco Real de Telde y proseguirá hacia el sur hasta el Barranco del Polvo y de Corralillos.

Los barrancos de Gáldar y Arucas también forman parte del plan de limpieza, así como el de la Ballena y el barranco de Gonzalo en Las Palmas de Gran Canaria, unas labores que, según la estimación inicial, el Cabildo valora en 300.000 euros, a lo que hay que añadir el coste del personal adscrito al Plan Insular de Empleo.

Además, en las zonas más complicadas, donde no pueda acceder la maquinaria y tampoco sea suficiente la extracción que puedan hacer los operarios contratados, intervendrán los Presa de Gran Canaria, adscritos a la Consejería de Medio Ambiente.
Se trata de personal especializado en extinciones de incendios forestales entrenados para el manejo de motosierras y desbrozadoras en situaciones complejas, por lo que permanecen alerta para actuar en cuanto sean requeridos.

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