En la revista científica “Proceedings”, dependiente de dicha academia, ha sido publicado un estudio que analiza cuáles pueden ser las consecuencias en todo el planeta del cambio climático si no se frena el calentamiento global, que demuestra que cerca de 130 millones de personas viven en zonas de riesgo. A nivel local, barrios como Bocabarranco, El Agujero, La Furnia, Los Dos Roques, Caleta de Abajo, El Faro y el Puerto de Sardina podrían desaparecer poco a poco para siempre en menos de 100 años si se cumplen los peores pronóticos de este estudio.

El informe analiza los vínculos entre las emisiones de carbono, la temperatura de la Tierra y el ascenso de los niveles de los océanos ante dos escenarios: un incremento del calentamiento global de 2 grados centígrados y otro de 4 grados centígrados.

Para el primero, pronostica un alza global del nivel del mar de 4,7 metros y, para el segundo, calcula una subida de las aguas de 8,9 metros.

El investigador principal del grupo Climate Central y responsable del estudio, Ben Strauss, apuntó que incluso la subida de dos grados “supone un peligro existencial a largo plazo para muchas grandes ciudades y regiones costeras”.

En el escenario moderado, de dos grados, en el caso de Gáldar, afectaría prácticamente de manera idéntica, quedando anegadas igualmente estas zonas de la costa, según el estudio de la revista científica. También desaparecerían el Puerto de La Luz y la Playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, las Dunas de Maspalomas, en el sur de la isla, o el Puerto de Las Nieves, en Agaete.

Ninguna zona costera mundial se salva de la crecida del agua del mar debido al derrite de los polos, y ciudades como Washington, en EE.UU., Londres, Sydney, Río de Janeiro, Buenos Aires, Shangai, Hong Kong; Hanoi (Vietnam); Bombay (India), y Osaka (Japón) quedarían también con gran parte de sus calles bajo el agua, por lo que con esta prueba gráfica se hace más urgente que nunca combatir el cambio climático con medidas y compromisos concretos, como el salto de las energías fósiles hacia las renovables, que frenen de una vez por todas las emisiones contaminantes.