Desde esta área, desde los diferentes comercios colaboradores y por parte de las personas que han mostrado sensibilidad ante la situación que padecen, se han querido aunar todos los esfuerzos y ayudar a quienes se han visto abocados a vivir esta experiencia hasta que son deportados nuevamente a sus países.
Una sensibilidad y una toma de conciencia por comprender a quienes ven sus sueños truncados y su deseo de vivir una vida mejor y una empatía hacia los internos, sumándose a las organizaciones que han denunciado el excesivo número de internos por habitación y la pequeñez de las celdas, a pesar de que la legislación vigente determina que estos establecimientos no tienen un carácter penitenciario.
Tanto la ropa como el calzado que ha sido entregado, ha sido donado por los establecimientos Calzados Cristóbal, Modas Juani , Comercial Ñito y las Madres Solidarias que junto al Ayuntamiento galdense no han querido permanecer impasibles ante la situación que padecen los refugiados y extranjeros que viven en este centro.