Durante la presentación del mencionado volumen, cuya primera edición se publicó hace más de 50 años, participarán además del propio Martínez, Juna Francisco González Díaz, miembro de la Asociación Palabra y Verso. El acto se articula como un homenaje a Díaz Martínez, considerado uno de los poetas más significativos del idioma castellano. Durante el transcurso del acto se procederá a la lectura de poemas del citado libro del escritor, periodista y diplomático cubano, radicado hace más de veinte años en Las Palmas de Gran Canaria.
Miembro correspondiente de la Real Academia Española, Díaz Martínez es autor de una extensa obra, entre los que figuran catorce libros de poemas y su libro de memorias ‘Sólo un leve rasguño en la solapa’, entre otros. Es autor de dos ediciones comentadas de las rimas de Gustavo Adolfo Bécquer y de una edición de las cartas que Severo Sarduy le enviara a La Habana. También ha escrito ensayos y artículos, recogidos en la edición ‘Oficio de opinar’.
Poemas suyos aparecen en numerosas antologías publicadas en diversos países y han sido traducidos a más de una decena de idiomas. Desde 1992 reside en la isla de Gran Canaria. Díaz Martínez se vio obligado a abandonar Cuba después de firmar la famosa “Carta de los Diez”, manifiesto intelectual donde se exigían reformas al régimen de Fidel Castro.
Según explica el propio poeta, “la primera edición de ‘El país de Ofelia’ salió de imprenta en La Habana hace medio siglo (en agosto de 1965, “Año de la Agricultura”, según el calendario particular de la Revolución Cubana), bajo el sello de Ediciones R (Ediciones Revolucionarias), cuyo primer director fue el gran escritor cubano Virgilio Piñera. El diseño interior del libro estuvo al cuidado del dibujante Santiago Armada, director artístico de la editorial, y la portada es obra del diseñador Tony Évora, quien incorporó a la misma una viñeta de mi autoría. El libro está compuesto por cuatro colecciones de poemas: “El país de Ofelia”, “Nanas del caminante”, “Misterios” y “Sonetos en agosto”. Estos poemas fueron escritos entre 1961 y 1965.
Como señala Martínez ‘El país de Ofelia’ “nació a contratiempo: su lirismo tropezó con el exteriorismo coloquialista que se imponía en la poesía cubana de aquel momento”.