El yacimiento arqueológico llevó a cabo una sugerente visita nocturna en dos pases que estuvo amenizado por el trío Caravansar, que invitó a viajar en el espacio y en el tiempo combinando diferentes estilos musicales en un ejercicio de apropiación y creación.
Por su parte, la Casa Museo Antonio Padrón – Centro de Arte Indigenista puso en marcha durante la mañana del sábado la acción performativa titulada ‘El cerebro colectivo’, un taller a cargo del artista galdense Cristóbal Guerra, que se completó con la iluminación de la obra realizada por los participantes caída la noche y visitas guiadas a la luz de las velas al museo de 20 horas a 1 de la madrugada.