La mencionada iniciativa organizada por el citado centro perteneciente a la red insular de museos de la consejería de Cultura del Cabildo grancanario que dirige Carlos Ruiz, coincide con la muestra titulada ‘La mirada fotográfica en la cámara de Francisco Rojas Fariñas, ‘Fachico’, que hasta el día 26 de junio puede contemplarse en la Casa Museo Antonio Padrón.
La sesión del viernes arrancará a las 20.00 horas con la introducción al taller de fotografía ‘Entre eras’ a cargo del educador Pedro Martín, alma del proyecto del mismo nombre. Esta iniciativa ha permitido que alumnos y alumnas de Infantil y Primaria hayan conocido de cerca las eras de la parte alta de Gáldar, junto a Juncalillo. Martín explica que “la finalidad es el conocimiento global del entorno en el que se encuentran el alumno y la alumna, en el que se mezclan la historia y lo actual, lo que hubo y lo que hay, lo que se hace y lo que se hacía”.
La charla de Pedro Martín estará apoyada y enriquecida por la presencia de un veterano agricultor, Julián Alonso Vega, que aportará una visión de primera mano de la importancia de las eras, de cómo era y es el trabajo en ellas y de su evolución histórica. Uno de los retos fundamentales del proyecto ‘Entre eras’ es de hecho la recuperación progresiva de estas eras, cada una de ellas con su propia historia y su propio nombre, como es el caso de la Era Madrelagua, la Era de Juan Rodríguez, la Era de Viento Grande o la Era del Cordobés, entre otras.
La segunda parte de la jornada del viernes comenzará a las 21.00 horas con la proyección del vídeo ‘Los espacios perdidos de Fachico’, un documental realizado por Desirée Hormiga. La presentación y coordinación correrá a cargo de la responsable del proyecto ‘Voces y Ecos’, Margaret Hart. También participarán el escultor Manolo González, el fotógrafo Tato Gonçalves y el citado Pedro Martín. Al término del audiovisual se celebrará una mesa redonda.
El sábado, por su parte, tendrá lugar una excursión al Retamal que saldrá a las 09.00 horas de la Casa Museo Antonio Padrón-Centro de Arte Indigenista (Calle Capitán Quesada, 3, Gáldar). Una vez allí se desarrollará el taller de fotografía ‘En la era’, impartido por Pedro Martín.
Las Jornadas de Etnofotografía ‘Reconociendo a Fachico’ son también un cruce de caminos, de biografías y de inquietudes comunes. El pintor Antonio Padrón también trasladó a sus cuadros escenas agrícolas y propias de las eras de Gran Canaria. Además, el evento tiene un significado especial si se tiene en cuenta que el Día Internacional de los Museos estuvo dedicado este año a los Paisajes Culturales.
Francisco Rojas Fariña (Santa Cruz de Tenerife, 1926-Las Palmas de Gran Canaria, 2007) es uno de los fotógrafos más importantes que ha dado Canarias y también fue pionero también del género audiovisual en las Islas. El fotógrafo fue testigo del nacimiento de la modernidad en Canarias, y de Gran Canaria en particular, isla en la que fijó su residencia desde 1930, a través de la irrupción de las vanguardias artísticas personificadas en las figuras del grupo Zaj, Manolo Millares, César Manrique o Pepe Dámaso. De temática variada, la obra de Rojas Fariña se reparte entre retratos, instantáneas, paisaje, etnografía, arquitectura rural y urbano e interesantes y acertados experimentos donde usaba los adelantos tecnológicos en busca de un lenguaje gráfico propio.
En 1967 el crítico Manuel Olmedo ya advertía que la fotografía en Fariñas alcanzaba la categoría de obra artística, porque el artista, además de dominar los recursos de la técnica hasta lograr imágenes irreprochables, ricas en calidades, poseía un penetrante sentido estético de las relaciones de interdependencia entre la luz y la sombra, componiendo equilibradamente, según pautas pictóricas.
Fachico fue un pionero del arte de la fotografía y su sombra se ha proyectado en otras generaciones, a la vez que su obra ha sido merecedora de numerosos premios locales, nacionales e internacionales, como el Primer Premio del concurso mundial organizado por las firmas BMW y Zeiss Gran Angular entre 1.2OO fotógrafos con 5.000 obras.
Sus imágenes y montajes audiovisuales ilustraron la arquitectura y el paisaje de Canarias en publicaciones especializadas tanto de ámbito nacional como internacional, llegando a ser presentadas en Canadá y EEUU, así como en la feria mundial de Nueva York (1964-1965). Durante toda su carrera fue colaborador de la escena artística y cultural de Gran Canaria participando en múltiples proyectos desde publicaciones, hasta la ilustración de discos o decorados teatrales, además de ser defensor y promotor de la enseñanza de fotografía desde su papel como profesor durante algunos cursos en el Instituto Isabel de España y como organizador en 1982 del Primer Simposio de Fotografía Profesional desarrollado en Gran Canaria.
Su objetivo fotográfico era una prolongación de su filosofía. “Lo que llamamos belleza”, dijo, “se encuentra tanto fuera de nosotros como en nosotros mismos. Pero la belleza con minúscula, sin adoraciones. Se le ha dado demasiada importancia al arte. Se ha vivido para el arte sin caer en la cuenta de que debería ser todo lo contrario: que el arte tiene que ser para la Vida con mayúscula”. También creía que “quien viva o haga fotos según normas gastadas, pertenece al pasado, y, por consiguiente, hoy se puede considerar muerto para el futuro”.