Si ya durante toda la temporada estival la población de estos enclaves costeros se ve aumentada en comparación con el resto del año, es el fin de semana grande de sus fiestas cuando familias enteras se desplazan hasta sus residencias y acogen a familiares y amigos que llegan desde todos puntos de la isla para compartir estas fiestas entrañables.
Ejemplo de ello fue la multitudinaria rama que se vivió el sábado en Caleta de Arriba, con la presencia de más de medio millar de personas que no dejaron de bailar desde el barranco de La Ballena hasta la piscina natural junto a la que se encuentra la gruta de la patrona.
Este domingo, y con el característico ambiente familiar que envuelve a toda la celebración, desde bien temprano comenzó el engalanamiento de los barquillos que iban a participar en el paseo marítimo de la imagen.
Sobre las 10.30 partía la comitiva desde la orilla para visitar Caleta de Abajo y La Punta, donde cada año tiene lugar el emotivo encuentro con la Virgen del Carmen, El Clavo, La Furnia, Los Dos Roques, Bocabarranco, El Agujero, El Tablado, El Frontón, La Ballena y Roque Prieto, para regresar nuevamente hasta Caleta de Arriba. A su llegada al barrio tuvo lugar la función religiosa y la posterior procesión terrestre por las calles del barrio, con el encuentro con la imagen de la Virgen del Carmen, de devoción particular, que baja desde la carretera de Caleta para encontrarse con la patrona del barrio en la rotonda de «la vieja», a la entrada del barrio.
