La publicación íntegra publicada en abc.es es la siguiente:

Este verano se cumple 40 años del fenómeno ovni de Gáldar, en el norte de Gran Canaria, un episodio extraño cuya veracidad fue investigada por el banquero Laurance Rockefeller, que financió un estudio paralelo al realizó el Gobierno de España. De este estudio se deriva, entre otras conclusiones, un dato: «La mejor evidencia disponible».

Lo que atrajo la atención del ovni de Gáldar para formar parte de este estudio fue que el suceso lo observó mucha gente y que su protragonista era un médico, Francisco Padrón, que iba a asistir a un enfermo en un taxi cuando se tropezó, en horas de noche, con una luz gigante que, de acuerdo con lo que se pudo constatar en 1976, quemó parte de una zona donde se cosechaban cebollas. Que fuese hombre de ciencias el protagonista representó para los asesores del magnate una garantía de cierta credibilidad.

img_7104El estudio tardó en hacerse. Fue en 1999. Laurance Rockefeller, fallecido en 2004, remitió copia a la Casa Blanca y Congreso de Estados Unidos para que se obtuvieran las conclusiones que fueran necesarias. Ese documento original está bajo el control de las autoridades norteramericanas.

Parte de ese documento, al que ha accedido ABC, fue realizado, entre otros, por el experto Don Berliner y la esposa de Evan Galbraith, que fue representante de EE.UU para UE y la OTAN de Donald Rumsfeld entre 2002 y 2007.

El resumen del informe detalla que el doctor Padrón alertó a los vecinos de lo que estaba viendo. «La esfera, alta, se movía lentamente hacia Tenerife, de pronto llegó a una enorme velocidad una esfera en forma azulada con rojo debajo».

El testimonio del taxista, en un contexto de Guerra Fría, indica que era «parecía como si estaba hecha de cristal transparente, de unos 25 metrosde altura y 20 metros de ancho con dos personas vestidas de rojo brillante en el interior», apunta el documento, que señala que el caso canario, junto a otros de Occidente, forma parte de «la mejor evidencia disponible».

También agrega como testimonio creíble el de una mujer que tilda de «analfabeta» que se puso a «rezar» cuando fue alertada por Padrón de lo que pasaba en las proximidades de su casa en Las Rosas, Piso Firme, entre Gáldar y Agaete, Gran Canaria.

La mujer «estaba viendo» la única cadena de TV que en esta época había en España, después del Telediario, el largometraje ‘Los héroes están cansados’ de Yves Chiampi, cuando el aparato dejó de recibir señal y los perros comenzaron a ladrar. El 22 de junio de 1976 era martes. La señora decía estar viendo la televisión a esa hora antes del Telediario de la tercera edición y del ‘Despedida y Reflexión’ que entonces se emitía.

Dejó de ver la TV y «pudo ver el taxi del médico y justo encima una gran bola azul, que era como un globo, muy grande, transparente, las estrellas se podían ver a través de él».

El estudio financiado por Rockefeller apunta que la señora «pudo ver dos figuras como en el interior, pero ella no estaba completamente segura porque entró en pánico, cerró las ventanas y las puertas de la casa y comenzó a rezar».

«El doctor corrió a la casa del paciente que iba a visitar para informar a los residentes sobre la esfera misteriosa», dice el texto. «Todo el mundo salió para ver el objeto que había ascendido en el cielo y se marchó rápidamente a una velocidad increíble».

Los datos del ovni de Gáldar fueron contrastados por los técnicos de Rockefeller con otro de Nueva York en 1970, Manchester en 1973, San Antonio, Texas, en 1978. El acontecimiento de Gáldar, definido como «fenómeno aéreos no identificados», se repitió meses después con otros testigos: autoridades militares que iban en un avión cerca de Canarias.

Meses después del fenómeno de Canarias, que ocurre en junio de 1976, el asunto llega la ONU. En 1978 solamente tres Estados aceptar crear una comisión de estudio sobre el tema ovni: India, Luxemburgo y Seychelles. Y sólo dos organismos especializados, Aviación Civil Internacional y la Unesco emitieron respuesta a la petición de Naciones Unidas, que decía: «Sin comentarios que ofrecer».

El suceso de Gáldar se produjo en plena Guerra Fría entre Estados Unidos y la URSS. En el documento denominado ‘Acuerdo sobre medidas para reducir la Riesgo de guerra nuclear’, firmado entre Nixon y Brezhnev, se indica en un anexo que las partes se comprometían a «notificar de manera inmediata, en caso de detección por los sistemas de alerta de objetos no identificados, o en el caso de las señales de interferencia con estos sistemas o comunicaciones relacionadas con instalaciones, si estos hechos pudieran crear un riesgo de estallido de la guerra nuclear entre los dos países».

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