A través de un mensaje en la página de Facebook de la organización, su impulsora daba la terrible noticia hace unos días: a partir del 20 de diciembre se cierra el refugio, y con ello se abre un futuro incierto para las mascotas sin familia que aún permanecen en él, por lo que se hace un llamamiento de auxilio para que sean adoptados cuanto antes.
Callíope se muestra desolada ante la situación, pero la apertura del refugio ha llevado a su familia a enterrarse en un “mar de deudas” que ya es imposible de asumir. A los gastos del terreno, se suman unos 500 euros mensuales en veterinarios, agua y materiales, que con las pocas ayudas recibidas es imposible de mantener. La deuda alcanza ya los 5.600 euros y no para de crecer.
“Es algo indescriptible el estar con ellos, amarlos, verlos correr felices y recuperados, pero solo del amor no se mantiene un refugio. Se agradece todo a esas personas que sí donan alimento, mantas, casetas, etc. La deuda pudo ser el triple sin vuestra ayuda , pero detrás hay mucho más”, sentenciaba la impulsora del refugio a través de Facebook.
El refugio cerrará, pero la asociación de ayuda a los animales sin ánimo de lucro continuará luchando por lograr el bienestar para los animales abandonados, pero se han visto obligados a dejar de generar gastos.
Por ello, se solicita la colaboración ciudadana para saldar la deuda, a través de ingresos en la cuenta corriente: ES87 2100 1507 8602 0050 3031 de La Caixa y sobre todo con la adopción de animales como Rudy, Blas o Salchichón para que de una vez por todas encuentren una familia.