Cabe recordar que el proyecto presentado en el anterior mandato y que es la base de esta intervención, no supone el inicio de la construcción de un nuevo paseo peatonal.

Como paso previo a los trabajos iniciados por las máquinas, se ha procedido al vallado de la zona y los estudios topográficos y de batimetría.

La concejal de Obras, Naira Navarro, destaca «la satisfacción» que produce ver el trabajo de unas máquinas «que llevamos diez años esperando». Se espera que a partir de ahora «la ejecución de la obra se pueda realizar con normalidad, y que las mareas o provoquen retrasos».

Como consecuencia de esta obra, la zona de Las Barquillas permanece cerrada al baño.

Las obras consisten en la eliminación de elementos ruinosos del paseo marítimo y la regeneración del borde litoral, proporcionando así la defensa necesaria para asegurar la integridad de los bienes existentes en el trasdós marítimo frente a eventuales temporales.

Para ello, tras la retirada de los restos de la avenida marítima actual se colocará “un escollerado con elementos de peso igual o superior a 1.000 kilos”, con “un talud interior” y en “el lado de barlomar”. Se aportarán además unas 23.000 toneladas de material escollera y se cimentará aproximadamente un metro por debajo del terreno.

Una vez terminada la escollera, se aportarán 30.672 metros cúbicos de canto rodado para regenerar el frente del litoral, procedentes de una cantera autorizada en al cuenca del barranco de La Aldea.

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