El Plan Territorial Especial Agropecuario (PTE9) de Gran Canaria, un documento clave para la ordenación del sector primario aprobado en el pleno del Cabildo en julio, ha obtenido la aprobación definitiva de la Cotmac y ya solo queda su paso por el Consejo de Gobierno de Canarias para su publicación y entrada en vigor.
Este Plan Especial es necesario para trabajar en pro de la soberanía alimentaria porque aporta los medios necesarios para el desarrollo económico de la agricultura y la ganadería, informa la consejera de Política Territorial del Cabildo grancanario, Inés Miranda.
El texto comenzó a elaborarse en 2006 y tuvo que superar algunas alegaciones, lo que ha requerido un largo trabajo en el que las partes implicadas han llegado a un consenso, lo que ha posibilitado que finalmente el PTE9 sea una realidad para favorecer el trabajo del sector agropecuario, celebró.
Entre los objetivos de este documento, destacó los de garantizar la conservación de los terrenos productivos y evitar la ocupación irreversible de los suelos de mayor potencial.
Además, este plan, que afecta a 58.000 hectáreas, resuelve la compatibilidad de la actividad agropecuaria en diversas zonas que estaban pendientes de una delimitación precisa porque son áreas mixtas de espacios naturales, con masa forestal, escarpes y zonas a proteger, entremezcladas con zonas que sí podían estar destinadas a actividades agrícolas.
La nueva delimitación supone incrementar la superficie agropecuaria de Gran Canaria en 8.279 hectáreas, 3.260 para las tres áreas agrícolas que establece el plan y 5.019 como zona extensiva mixta agroforestal, donde plantar almendros, castaños y nogales, entre otras especies.
De este modo, la superficie cultivable de la Isla queda finalmente fijada en 30.019 hectáreas, de las que están en cultivo 10.348, de modo que la capacidad de crecimiento es en la actualidad de 19.671 hectáreas que están en abandono. De esta superficie sin cultivar, 6.242 hectáreas han sido desatendidas en los últimos diez años.
Reservas agrarias estratégicas
Además, en este cupo de más de 30.000 hectáreas están localizadas 19 Reservas Agrarias Estratégicas en las que deben ubicarse las explotaciones de producción profesional, intensiva o industrial, porque son las que permiten las instalaciones necesarias.
El resto son igualmente cultivables pero al estar en espacios con características territoriales o paisajísticas determinadas, la instalación de almacenes, alpendres, aljibes o accesos está sujeta a limitaciones y estudio de cada caso.
Las ganaderas
En cuanto al sector ganadero, el Plan establece los tipos profesional, de autoconsumo y de renta complementaria, y fija diez núcleos ganaderos, entre los que quedaron excluidas las zonas próximas a las fuentes de Aguas el Toscal en Ingenio, que había presentado alegación por posibles afecciones producidas por estas explotaciones cercanas, a tenor de los informes emitidos por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, entre otras causas.
Las diez áreas fijadas para ganaderías suman 407,17 hectáreas y son núcleos para la instalación de las explotaciones ganaderas intensivas, ya que las instalaciones de autoconsumo o renta complementaria no están obligadas a circunscribirse en estas áreas.
La distancia a suelos urbanos y urbanizables y a asentamientos rurales oscila entre los 150 metros para ganaderías caprino y bovino de menos de 200 cabezas a los asentamientos rurales y los 2.000 para las explotaciones porcinos de mayor tamaño (a partir de 360 Unidades de Ganado Mayor), tanto a asentamientos como a suelo urbano o urbanizable.
La consejera espera que en breve este documento pase por el Consejo de Gobierno de Canarias para que entre en vigor cuanto antes.