El Cabildo de Gran Canaria presenta en la tarde de mañana viernes, día 11 de agosto, a las 18.30 horas, en el Mirador del Pescador del barrio de Caleta de Arriba que comparten los municipios de Gáldar y Guía, la talla restaurada de la Virgen de Nuestra Señora del Mar.
El consejero de Cultura del Cabildo, Carlos Ruiz, procederá a la entrega oficial de la citada talla tras el tiempo que ha durado su proceso de restauración, en un acto en el que estarán presentes los alcaldes de Gáldar y Santa María de Guía, Teodoro Sosa Monzón y Pedro Rodríguez Pérez, respectivamente, así como sus concejales de Cultura y Patrimonio Histórico, Julio Mateo y María del Carmen Mendoza.
La citada imagen, cuyos trabajos acometió durante el transcurso de algo más de dos meses el especialista Francisco Díaz Guerra, fue realizada en los años 80 del pasado siglo por el artista galdense Juan Borges Linares.
Los trabajos de recuperación de la citada talla han costado casi cuatro mil euros que ha costeado la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico en el marco de su política de restauración y puesta en valor de los diversos y ricos bienes patrimoniales que se conservan en la isla.
La cuidadosa labor de Francisco Díaz consistió en eliminar la repolicromía no original que se había ido sumando en distintos periodos y que desvirtuaba el aspecto original con el que Borges Linares creó esta imagen en 1980. Nuestra Señora del Mar, que también tuvo que sufrir en algún momento de su historia los efectos del fuego en un incendio, es objeto de devoción y culto por parte de los ciudadanos y ciudadanas de esta zona costera del norte. El consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, Carlos Ruiz, indica que “la recuperación de esta talla no sólo es importante para la comunidad creyente de la zona, sino también por lo que dicha pieza significa en el contexto de la producción artística de uno de los creadores pertenecientes a la tradición escultórica canaria del pasado siglo XX”.
La ubicación en la gruta al borde del mar donde se encuentra actualmente la imagen de Nuestra Señora del Mar ha venido provocando su deterioro, debido a la acción corrosiva de la brisa marina y los cambios de temperatura provocados por la incidencia directa del sol, sobre todo al atardecer. Las sucesivas intervenciones poco afortunadas sobre la talla tampoco fueron las más adecuadas. Hasta seis capas de pintura plástica ha debido retirar el restaurador de la talla de Borges Linares.
Francisco Díaz trabajó eliminando los repintes en las carnaciones, túnica y manto de la virgen y rellenó las fisuras e imperfecciones de su superficie, rehaciendo los pliegues de la túnica y las olas de la base que fueron destruidos por el fuego. Con la reintegración cromática se devolvió la unidad estética a la obra facilitando así la correcta lectura de ésta. Asimismo, el técnico ha aplicado un barniz a la talla que tiene como misión proteger la obra de los agentes externos, efectos mecánicos y atmosféricos que puedan dañarla. La película de barniz aplicada sobre la obra le garantiza flexibilidad, estabilidad y reversibilidad para que se mantenga en perfectas condiciones pese al paso del tiempo.