La Comisión Europea ha aceptado el plan del Cabildo para la erradicación de las cabras asilvestradas de la Reserva Natural Especial de Güigüi sin el uso de abatidas, por lo que concede un plazo de seis meses para que demuestre la viabilidad de una medida que incluye la mediación y la integración de la población local rural en la búsqueda de una solución compartida para este gravísimo problema medioambiental de Gran Canaria.

El proyecto Life+ Guguy, que culmina este 31 de diciembre de 2017, ha conseguido multiplicar de forma exponencial la población de cedros de Gran Canaria al pasar de los 48 ejemplares censados al inicio del proyecto a los más de 1.000 que a día de hoy reverdecen las lomas de Güigüi, explicó el consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez.

El proyecto tiene como objetivo la recuperación del bosque original de Juníperus (sabinas y cedros), un hábitat de elevado interés de conservación tanto por su singularidad como por el estado de degradación en el que se encuentra en la isla de Gran Canaria, y que precisa de apoyo de las administraciones para evitar la pérdida de especies únicas en el mundo.

Pero el proyecto Life + recogía también la necesidad de la retirada de la principal amenaza del espacio natural, las cabras asilvestradas, que son las que hacen que la flora de esta reserva se encuentre en un estado crítico de conservación.

Para lograrlo, el Cabildo de Gran Canaria ha dado pasos en desde el inicio del proyecto en un proceso que comenzó con contactos con la población local rural para que controlase sus animales ilegalmente sueltos y que continuó con la erradicación de los animales dañinos para el ecosistema mediante abatidas, en sintonía con lo que dictaminaba el proyecto y todos los protocolos científicos y técnicos a nivel mundial.

Pero ante el empleo de esta medida, el Cabildo detectó una fuerte resistencia no solo de la población urbana alineada con la defensa de los derechos de los animales por encima de la defensa del ecosistema, sino también de la población rural local, que le llevó a comprometerse a explorar posibles vías alternativas para solucionar el problema, de compleja resolución.

Así, al análisis de la problemática de las cabras asilvestradas en los espacios naturales se le añade la perspectiva sociológica y etnográfica además de la científica, dado que muchas de esas cabras que se consideran salvajes, en realidad tienen dueño o son producto del abandono paulatino del campo y de la práctica del pastoreo.

Ante el fin del plazo para resolver la cuestión, y la advertencia de la retirada de los fondos si no se resolvía el problema, el Cabildo solicitó a la Comisión Europea en septiembre de 2017 una prórroga para aplicar una solución que incluya la comunicación horizontal y la integración de la población local y de todos los grupos de interés en la búsqueda de una solución integral compartida y duradera, para lo cual contrató a un técnico mediador que estableciese los canales de comunicación necesarios entre todas las partes.

El Cabildo trabaja desde entonces en el establecimiento de acuerdos de colaboración con todos los colectivos implicados, tanto para evitar que las cabras introducidas por el hombre vuelvan a invadir el medio natural, como para potenciar su erradicación, ya no solo en la zona de Güigüi, sino en los principales espacios naturales de Gran Canaria.

Paralelamente, el Cabildo plantea una campaña de pedagogía social que traslade a la ciudadanía la gravedad del problema de las cabras asilvestradas y la necesidad de retirarlas de estos espacios naturales, entendiendo que, si no existe verdadero apoyo social, el futuro del proyecto también se podría ver comprometido.

A pesar de haber aceptado este plan alternativo del Cabildo, la Comisión reitera en carta fechada el 18 de octubre de este año que la erradicación de las cabras introducidas por el hombre “es un asunto fundamental para la sostenibilidad de las acciones y por ende para la supervivencia de los tipos de hábitat y las especies de interés comunitario, varias de ellas de interés prioritario, que habitan en la zona”.

Por ello, “la subvencionabilidad del proyecto en su totalidad queda supeditada a la eliminación y a tener garantías de la exclusión permanente de la presencia de las cabras asilvestradas de la Reserva de Güigüi antes de finales de diciembre de 2018”, recoge el escrito.

Del mismo modo, concluye, “si se demuestra que las medidas adoptadas hasta ese momento no han sido efectivas para tal fin, se deberá comenzar de forma inminente una campaña intensiva de abatida de las cabras mediante personal especializado”.

El Proyecto Life+ Guguy debe remitir los primeros análisis de resultados en marzo de 2018, fecha en la que, en función de los resultados obtenidos, se reevaluarán las medidas necesarias para que a diciembre de 2018 sea posible informar a la Comisión Europea de los resultados en la lucha contra la principal amenaza de la reserva natural especial de Güigüi.

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