El Cabildo de Gran Canaria ha diseñado cuatro escenarios para afrontar la tormenta anunciada para mañana miércoles con nevadas que pueden bajar hasta los 1.300 metros con granizo y las heladas que siempre se producen por debajo de la cota de nieve, y además un empeoramiento ocasionado por los fuertes vientos anunciados por la Aemet de hasta 90 kilómetros por hora, lo que conlleva caída de árboles y piedras.
La apertura del circuito se realizará siempre bajo el criterio de seguridad del firme y con el objetivo de facilitar el paso de los vecinos, trabajadores y personas que deban atender sus animales (quien tenga una necesidad especial puede llamar al 112 o al Cecopin 928353443), así como de los servicios de emergencias, seguridad y mantenimiento, no para la visita de la zona en esta fase del temporal, ya que la fase de disfrute será tras el paso de la tormenta de nieve.
Este fenómeno adverso se prevé más complejo que el último, de manera que la afluencia de visitantes incrementa los riesgos y complica aún más la gestión de la emergencia, por lo que hay que esperar a que pase lo peor del temporal para acceder, tal como sucede en muchos lugares. En Gran Canaria cuesta por el temor de que la nieve se derrita, pero ello no aminora los riesgos ni la obligación de que la prioridad sea salvaguardar la seguridad de la población.
Las nevadas de varios días ya no son una excepción
Este temporal es el segundo episodio de una nevada reciente que dura varios días, por lo que el Cabildo dejará de darle tratamiento de excepcionalidad y diseñará un plan para afrontarlas que incluye multitud de aspectos, entre ellos la formación e información a la población para organizar accesos para vehículos preparados con neumáticos de invierno y cadenas de nieve, entre otros preparativos.
Pero de momento, es necesario que la población se ajuste a la organización diseñada por el Plan de Emergencias, conozca estos escenarios, respete la indicación de no subir durante la fase de tormenta y colabore con el operativo que volverá a activarse con la participación de más de 500 personas de todas las administraciones y cuerpos, en esta ocasión ampliado por conllevar mayores riesgos.
Cota superior.- La primera situación prevista por la dirección del Plan de Emergencias Insular, que en las próximas horas pasará de prealerta a alerta, contempla que nieve en lo más alto de la isla, en cuyo caso habría que cerrar el acceso al Pico de las Nieves y Pico de la Gorra (GC 134 y 135).
Cota media.- El segundo escenario contemplado es que baje la cota a 1.700 metros como la pasada semana, en cuyo caso se cerraría la cumbre en los mismos puntos, es decir en Cazadores, Ayacata, Camareta y Cruz de Tejeda, y se reabriría como circuito solo cuando las heladas lo permitieran para los vecinos y servicios, no para visitar el área.
Cota baja.- Estos dos escenarios son los más probables, pero dado que también cabe la posibilidad de que baje a 1.500 metros como hace dos años, está previsto sumar a lo anterior que las heladas obliguen a cerrar la carretera de Las Lagunetas, la variante de Tejeda, la de Pinos de Galdar, y la de la Culata.
Cota muy baja.- La situación más grave se produciría si la nieve bajara a 1.300, una circunstancia que no puede ser descartada y que conllevaría el cierre de la subida de San Mateo a la altura de Las Lagunetas, Ariñez o Cueva Corcho (GC15), dependiendo, la subida desde Tunte a Tejeda (GC60), la de Tamadaba (216), la variante de la Cruz de Tejeda a Tejeda y la de Artenara a Valleseco (21). Es decir, que la nieve dejaría incomunicada a Tejeda y parcialmente incomunicada a Artenara, que tendría salida por las presas y Acusa.
El Cabildo de Gran Canaria mantendrá informada a la población de todas las novedades e incidencias tanto a través de los medios de comunicación, que forman parte esencial del operativo de atención de la emergencia como establece el propio Plan de Emergencias por su faceta de servicio público, como de las redes oficiales de la Institución @GranCanariaGC y CarreterasGC.
El Cabildo de Gran Canaria ofrecerá asimismo imágenes en sus redes para trasladar a la población la dificultad de transitar por la zona, tampoco a pie por el peligro de hipotermia, especialmente en personas como bebés y mayores.