Este miércoles Gáldar conocía la triste noticia del fallecimiento de don Serapio Suárez Santiago, Pintadera de Oro de la Ciudad que le entregó el alcalde de Gáldar en el año 2014 en un emotivo acto celebrado en el Centro Cultural Guaires. Teodoro Sosa recordó al conocer la noticia el carácter amable y tranquilo de un hombre que ha sido muy trabajador gran parte de su vida dedicada al comercio y a su familia, a quien quiso trasladar y expresar sus más sentidas condolencias. Su capilla ardiente se encuentra instalada en el Tanatorio de San Isidro y este jueves tendrá lugar su entierro a partir de las 16.00 horas en el cementerio de San Isidro.

De su semblanza destaca que nació en La Degollada de Caideros , y allí, junto con sus diez hermanos, pasó su infancia, colaborando y ayudando en todas las tareas encomendadas por sus padres. Eran tiempos muy difíciles, apenas había lugar para el juego o los estudios, todos tenían que arrimar el hombro y trabajar muy duro. Eran tiempos de guerra, hambre y miserias.

Siendo aún muy jóvenes, se trasladan a Santa María de Guía, donde se establecen en San Roque, comenzando una nueva andadura, abasteciendo una nueva clientela local, y repartiendo toda clase de mercaderías a todo el campo en unas condiciones muy complicadas, pues apenas habían carreteras. La mayoría de las veces, eran caminos y veredas de muy difícil acceso, y casi todo se repartía a hombros y en burros.

Su padre marchó a la guerra y su madre quedó al frente del negocio y la tarea de sacar adelante a todos sus hijos, siendo niños muchos de ellos.

El 31 de diciembre de 1.958 contrae matrimonio con Doña María del Carmen Mendoza Jiménez y se emancipa del negocio familiar. Se traslada a vivir a Hoya de Pineda, donde en principio vive de alquiler en una casa cueva, dedicándose al comercio junto con su mujer. Construye en unos terrenos de sus padres la que será la vivienda familiar y la tienda y fruto de ese matrimonio nacen sus cuatro hijos

Con la familia al completo y con vistas a un futuro mejor, adquiere unos terrenos en San Isidro el Viejo, donde construye e instala el nuevo negocio familiar, manteniendo la residencia y el antiguo negocio en Hoya de Pineda.

Una vez establecido el nuevo negocio familiar, en el que implica a toda la familia, trabajando muy duro, cosa nada nueva, fabrica en lo alto del negocio la viviendas para todas sus hijas.

El 25 de marzo de 1.998 sufre un duro revés en su vida, fallece su mujer. Esto conmocionó a toda la familia y ya nada volvería a ser como antes.

En la actualidad vivía en San Isidro, con Doña Juana Abdel Guillén con la que encontró de nuevo el amor, la ilusión y recuperó sus ganas de vivir. Descanse en Paz.

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