Las fuertes rachas de viento que azotaron a la zona noroeste de la isla lograron tumbar el vallado de la cancha deportiva del barrio de Marmolejos, la próxima, precisamente, que el Ayuntamiento va a techar, como ya se hiciera hace unas semanas en el barrio de Piso Firme. Afortunadamente no se registraron daños más allá de los materiales, ya que el recinto se encontraba cerrado debido a la orden del Ayuntamiento para evitar incidencias debido a la alerta.

Ya la madrugada de este miércoles se presentó complicada, registrándose en el municipio las rachas máximas alcanzadas en toda la isla, llegando a los 90 kilómetros por hora. Esto hizo que se registraran varias incidencias a lo largo de todo el municipio, como la caída de un balcón en la calle Andamana del casco histórico de Gáldar, muros que amenazaban con caer y debían ser derribados para evitar males mayores o incluso el cierre de algunas vías en las medianías debido a pequeños desprendimientos.

Pero fue la tarde-noche de este miércoles cuando el viento volvió a arreciar produciendo la caída de luminarias, señales de tráfico o tapas de bidones que salieron volando.

Aún con todo, la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ha decidido retomar la actividad lectiva en toda Canarias para este jueves, a excepción de un colegio de Tenerife que sufrió daños en la cubierta, en base a la decisión de la Dirección General de Seguridad y Emergencias de actualizar la situación de alerta máxima a «alerta» por vientos en las cuatro islas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife y en Gran Canaria.

La previsión es que a partir de las 6 de la mañana de este jueves la fuerza del viento vaya remitiendo en todas las islas.

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