El Cabildo de Gran Canaria inició este lunes una secuencia de quemas prescritas de material forestal que se extenderán hasta el jueves en la cumbre que podrán generar columnas de humo que no revisten peligrosidad alguna, por lo que no hay que preocuparse, todo lo contrario, son acciones que descargarán la zona de masa vegetal y ayudarán a prevenir la propagación de incendios como sucedió el pasado mes de septiembre.
Esta actuación, que se efectúa en la zona de Montaña del Capitán entre la Montaña de Moriscos y los Pinos de Gáldar, está recogida en la operativa de la Consejería de Medio Ambiente y Emergencias enmarcada en el plan de prevención que se realiza durante todo el año. Tal y como explican los especialistas del Cabildo, las condiciones de temperatura, vientos y humedad esta semana eran las adecuadas para efectuar estas quemas para que la zona quede limpia del material forestal sobrante y preparada para afrontar el inicio de la temporada de riesgo de incendios.
El objetivo es también eliminar los restos del material ya cortado en anteriores operaciones efectuadas meses atrás y que, como es habitual, se deja secar unos meses para su posterior eliminación, siempre antes de la época de riesgo de fuegos, que coincide con la entrada del verano.
El segundo objetivo es el de servir de entrenamiento para mejorar las capacidades de las más de 120 personas que intervienen en el operativo, entre los miembros de los equipos Presa y Bravo del Cabildo y los cien militares pertenecientes a la Unidad Militar de Emergencias (UME) con base en Gando y Los Rodeos.
El incendio del pasado mes de septiembre fue el primero de España de gran envergadura que puso a prueba la eficacia de las quemas prescritas, una práctica en la que Gran Canaria ha sido pionera, ya que ser el territorio más complejo de defender del fuego de Europa por su orografía y dispersión de la población ha llevado al personal de Cabildo a una alta especialización.
Además ha participado en diversidad de acciones para formar al personal de la Unidad Militar de Emergencias, entre otras, a través de la Dirección General de Protección Civil del Gobierno estatal.
La isla de Gran Canaria cuenta con un cortafuego que cruza la isla de este a oeste y el objetivo es realizar quemas que dibujen un mosaico, de forma que el fuego disminuya su voracidad en estas franjas de baja carga vegetal, aprovechar para controlarlo y evitar que siga su camino.
La eficacia comprobada ha generado interés de revistas especializadas y de la comunidad científica y técnica de prevención de incendios, así como de otras autonomías como Castilla – La Mancha, cuyo Gobierno manifestó su interés por trasladarse a la Isla y conocer sobre el terreno el resultado de las quemas prescritas en la gestión de grandes incendios.
Asimismo, demostró su especial eficacia la limpieza perimetral de las viviendas 15 metros alrededor, y de hecho se pudo observar todas las que por ello se salvaron de la quema, de modo que debe remitir ya del todo el bulo de que no se puede acometer esta limpieza de vegetación porque no solo se puede, es necesaria.