Un túnel submarino de 455 metros de largo y 2,5 de diámetro, pionero en Canarias y de los pocos que existen en España, dotará la costa de Gáldar de un emisario que llevará las aguas depuradas mar adentro en Bocabarranco para reabrir la playa al baño después de tres décadas, explicó el consejero de Sector Primario del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Hidalgo.
El ambicioso plan del Cabildo, presentado hoy por Hidalgo, el consejero de Hacienda y Presidencia, Pedro Justo Brito, y el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, junto a la ampliación de la estación depuradora, ya tiene el visto bueno de la Dirección General de Costas y está pendiente del permiso del Gobierno canario para proceder a su licitación antes de final de año. Tras la adjudicación, el plazo de ejecución será de 27 meses.
El proyecto es la mejor solución encontrada para la zona debido a las mareas que azotan el litoral y a la orografía, que hasta ahora han hecho imposible la instalación tradicional, la de anclar el emisario al fondo del mar.
El túnel permitirá atravesar el tramo de rompiente y aflorar a siete metros de profundidad en una zona donde ya no existen riegos, para posteriormente unir otros 260 metros de tubería que irán a ras del lecho marino y que verterán las aguas depuradas y de salmuera finalmente a más de 700 metros de la costa y a 15 metros de profundidad.
La última tentativa, hace más de un década, preveía un desagüe de 200 metros de longitud a una profundidad de seis, pero solo pudieron ser colocados 100 y a un metro, por lo que finalmente tuvo que abandonarse la idea al no poder ejecutarse.
Tras este intento, a través del Consejo Insular de Aguas, el Cabildo ha optado por este método que ya fue instalado en la costa de San Sebastián y en Vigo y ha tenido que variar el trazado que existe actualmente para garantizar el éxito de la construcción. El proyecto consta de la ejecución de tres obras con una longitud total de casi un kilómetro de largo.
Tres tramos de tuberías
El primer tramo terrestre partirá desde la Estación Desaladora de Agua del Mar de Bocabarranco y Agragua tras unir los caudales que provienen también de la Estación Depuradora de Aguas Residuales. Tendrá una longitud de 222 metros con tuberías de un metro de diámetro hasta llegar el denominado pozo de ataque, desde donde comenzará la perforación submarina.
A partir de ese lugar arrancará la fase más complicada y novedosa, la apertura del microtúnel desde 3,5 metros de profundidad, que tendrá una ejecución de al menos cuatro meses y que deberá realizar una tuneladora que a la vez que perfora y abre el camino, incluso a través de una zona rocosa, empuja y coloca los tubos de hormigón armado de 2 metros de diámetro. La estimación es que el avance diario de la máquina sea de diez metros.
Esta pionera obra tendrá un coste de 3,2 millones de euros de los 5,8 del proyecto completo. La apertura del túnel, una obra de ingeniería muy poco habitual, ya ha despertado el interés de empresas españolas que realizan proyectos internacionales, además de entidades de México.
El tercer y último paso para la instalación del emisario será ya en alta mar con la participación de barcos y buzos que retirarán la cabeza de la tuneladora con una grúa y empalmarán el resto de tuberías que irán lastradas al fondo. Un difusor dotado de 15 boquillas permitirá que el agua pueda diluirse de forma más rápida.
La obra permitirá dar una solución a una reivindicación histórica de Gáldar y Guía debido a las carencias de las infraestructuras de saneamiento y depuración de aguas, además de recuperar la playa para el baño.
Hasta el momento, ni la depuradora ni la desaladora contaban con un sistema adecuado para verter el agua, carencia que zanjará el nuevo emisario submarino al hacerlo de forma conjunta a la vez que garantizará la protección ambiental de la zona y la calidad del agua en el litoral. La obra será sufragada través de los fondos del Fdcan, financiados al 50 por ciento por el Cabildo y el Gobierno canario.
Una inversión de 10 millones y el primer tanque de tormenta
Hidalgo presentó también el proyecto que permitirá ampliar la estación depuradora con una inversión total de 10,1 millones de euros tras la adquisición de un solar que posibilitará la obra.
La planta fue construida en la década de los ochenta para recoger y tratar gran parte de las aguas residuales de Gáldar y Guía, pero el aumento de la población la ha dejado al límite de su capacidad
El nuevo diseño está pensado para atender a una población estimada de 50.000 habitantes frente a los 30.000 de la actual. Además, tendrá un caudal de aguas residuales de 5.000 metros cúbicos al día, muy superior a los 3.000 que tiene ahora.
La obra incorporará también mejores tratamientos para la calidad del agua y de impacto ambiental. Como novedad, la instalación albergará el primer tanque de tormenta o aliviadero en una depuradora, que tendrá una capacidad de 6.000 metros cúbicos y servirá para recoger los excesos de caudal puntuales en caso de lluvias fuertes para evitar vertidos y desbordamientos.
La ejecución del proyecto tendrá lugar en dos fases. La primera contará con una inversión de casi 4 millones de euros con cargo al Fdcan y permitirá ampliar el caudal, mientras que la segunda, con 6 millones de euros, estará incluida en el listado de inversiones del Convenio de Obras Hidráulicas con el Estado que está ultimando el Gobierno de Canarias.
A licitación 380 placas fotovoltáicas por 502.000 euros
Asimismo, el Cabildo ha licitado 380 placas fotovoltáicas para la depuradora de Bocabarranco por 502.000 euros, incluida la adaptación de la instalación de media tensión para incluir fotofoltáica y eólica. Esta instalación ocupará mil metros cuadrados, la potencia instalada será de 99,9 kilovatios, y generará 159.840 kilovatios por hora para el autoconsumo de esta dependencia del Consejo Insular de Aguas, que ahorrará así 19.000 euros al año.
La desaladora también será dotada de un aerogenerador de 2,3 megavatios de potencia y 85 metros de alto que saldrá próximamente a licitación.
Este proyecto se enmarca en el Plan Renovagua para dotar la producción de agua de Gran Canaria de energías limpias con un presupuesto de 18 millones de euros para dejar de emitir 17.400 toneladas de CO2 a la atmósfera, dejar de importar 4.700 toneladas de petróleos y, además, generar un ahorro de dos millones de euros al año.