El Ayuntamiento de Gáldar ha concluido la mañana de este lunes el traslado de dos de las troneras que forman parte del conjunto de la Tronera del Reparto General, en la calle Drago, para reubicarlas en la misma parcela originaria con un retranqueo de unos metros, permitiendo con su traslado íntegro la construcción de aceras en el cruce de las calles Drago y Doramas, uno de los puntos negros en cuanto a accesibilidad se refiere en el casco de Gáldar.
Para ello, el consistorio ha llevado a cabo durante los últimos meses un minucioso trabajo consistente en la catalogación y posterior reordenación de todas las tuberías de riego, pues si bien las troneras no se utilizan como sistema de reparto de agua desde hace décadas, sí pasa por la misma zona todo un entramado subterráneo consistente en decenas de tuberías de riego que conducen el agua hacia los cultivos y estanques del municipio.
Posteriormente se construyó una base de hormigón y un armazón metálico que fijara las piezas de ambas troneras, con el objetivo de garantizar la estabilidad durante el traslado, que se ha ejecutado durante la mañana de este lunes de manera aérea ante la atenta mirada de vecinos y viandantes con una precisión milimétrica por parte de los técnicos.
Estas dos troneras, las 2 y 3 del conjunto, cuentan con informe favorable de la Oficina de Arquitectura y Urbanismo de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria para su reubicación y arqueólogos han supervisado todo el proceso.
El resultado de estos trabajos será el de una nueva acera -actualmente inexistente- con un metro y medio de ancho en ambos márgenes de la vía y un nuevo espacio público en el que poner en valor la infraestructura hidráulica del municipio, imprescindible décadas atrás para el riego de los cultivos agrícolas, pero actualmente en desuso. Para ello volverá a circular el agua por las bocas de las troneras a modo de fuente y se ubicarán paneles con fines divulgativos en el nuevo espacio con el fin de que las jóvenes generaciones conozcan el preciso sistema de reparto de agua, las “dulas” con las que se atendía el riego de cultivos.
El alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa, ha reconocido que a pesar de que han corrido “ríos de tinta” al respecto, la única verdad es que el grupo de gobierno municipal siempre tuvo el objetivo de preservar y poner en valor unos elementos etnográficos que actualmente se encontraban en situación de abandono, dándoles un nuevo uso e integrándolos en la trama urbana para garantizar su conservación, al mismo tiempo que se verá mejorada la seguridad de los, lo que redundará también en una importante mejora para los comerciantes de esta zona del casco histórico, ya que la calle Drago, la segunda en importancia comercial en el municipio, dejará de estar “dividida en dos” para acercar los negocios de esta zona de la misma calle, de Margarita Fernández y Magistral Alonso Vega al resto de la Zona Comercial Abierta.
Sosa ha recordado además las actuaciones que desde el consistorio se han llevado a cabo en los últimos meses para poner en valor los hitos que han llegado a nuestros días relacionados con la infraestructura hidráulica del municipio, como la restauración del canal y uno de los pilares del acueducto de Rojas, la recuperación de la acequia de los lavaderos de Rojas y la construcción en marcha del parque urbano en el interior del antiguo estanque de los ingleses, con la que se le otorga un nuevo uso para la ciudadanía a estos bienes etnográficos incluidos en la ‘Ruta del Agua’ del casco de Gáldar.
Esta actuación se incluye en los trabajos de mejora de aceras en estas importantes vías comerciales del casco de Gáldar, contando con financiación del Cabildo de Gran Canaria a través del Fdcan destinada al fomento de las Zonas Comerciales Abiertas.
El conjunto de la Tronera del Reparto General está compuesto por un complejo entramado de nueve troneras, bocas de desaguadero, canales, acequias de reparto, tuberías de materiales diversos y otras infraestructuras que se han ido aumentando conforme a las necesidades agrícolas del municipio en las últimas décadas y los nuevos materiales que se han ido desarrollando a lo largo del tiempo. Las troneras más antiguas se corresponden con las soterradas desde hace décadas bajo el pavimento de la vía, mientras que las dos objeto de actuación datan de la segunda mitad del siglo XX, construidas con hormigón forjado, ladrillo y cal.