El día más corto del año despuntó hoy sobre la montaña de Gáldar ante la atenta mirada de quien se congregó en el Yacimiento de La Guancha para recibirlo y, aunque el Sol se vislumbró sobre el pico entre las nubes, finalmente conminó al próximo año para mostrarse en todo su esplendor sobre la tumba del rey, una estructura que no solo albergó al Guanarteme o quizás al Guayre y a otras cuarenta personas, sino que es el monumento funerario más importante de Canarias en superficie por su tamaño y su hermosa complejidad con sus cistas, fosas y círculos.
La Guancha es uno de los Yacimientos Estrella de Gran Canaria que albergan fenómenos de luz que, desde hace al menos mil años, marcan el cambio de estaciones cuando el rayo de los equinoccios o los solsticios tocan lugares destacados de la cultura aborigen, lo que demuestra su enorme control de los astros, no en vano de ello dependían sus decisiones y sus vidas.
“Es impresionante, es como un faro que se mete en la tumba”, comenta una vecina de Gáldar que recordó que no es tan fácil presenciar el fenómeno en su plenitud por tratarse del norte y porque la montaña atrapa las nubes, así que se suele dejar desear pero nunca decepciona. En cualquier caso, este martes ofrecerá una nueva oportunidad de ser observado antes de que desaparecer del todo hasta su próxima cita anual, en diciembre de 2021.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, reconoció que era emocionante encontrarse en un lugar tan destacado para los aborígenes a la espera de que se produzca el fenómeno que ellos crearon para marcar sus vidas y que se produce cada diciembre cuando la noche ha ganado su última batalla al día y marca el inicio del pulso a la inversa, pues desde hoy la luz comenzará a ganarle la batalla a la penumbra y los días serán cada vez más largos.
Gran Canaria es la isla que más invierte en sus vestigios prehispánicos, subrayó, y de hecho Gáldar ya está inmersa en las obras que, con un presupuesto de 1,2 millones de euros, realzarán este enclave, explicó el consejero de Patrimonio Histórico y alcalde de municipio Teodoro Sosa.
De este modo, ya está en marcha la primera fase de urbanización para acondicionar el camino que accede a los restos de la necrópolis y el poblado, un espacio de más de 20.000 metros cuadrados que además será vallado, para en la siguiente fase abordar la edificación de un centro de interpretación con salas, exposiciones, y un mirador para deleitarse con el yacimiento, la montaña y el mar.
Más de 4.000 fuegos
El arqueólogo insular José de León explicó que este monumento funerario fue excavado en los años cuarenta y en él se contabilizaron hasta 43 personas, las más importantes en las cistas centrales donde también se encontraron revestimientos de madera, si bien no se descarta que albergue más enterramientos. Se trata además de un ejemplo de cohabitación entre vivos y muertos, pues junto a los enterramientos se encuentran las casas.
También fue uno de los lugares prehispánicos más importantes, pues según las crónicas, en toda la costa se contabilizaron más de 4.000 fuegos, lo que venían a ser 20.000 personas, estimó el arqueólogo, quien como curiosidad citó que este lugar albergó parte del rodaje de la película Tirma.
Además, en el año 34 se encontró otro túmulo que resultó destruido y que contenía ajuar funerario, lo que demuestra la excepcionalidad de este lugar que encuentra su paralelismo con el fenómeno de Arteara en el equinoccio de primavera, cuando el rayo entra en su correspondiente tumba del rey.
Presenta asimismo construcciones superpuestas que demuestran que la zona fue habitada durante siglos, lo que será confirmado con la excavación que iniciará el Cabildo el próximo año con un presupuesto de 60.000 euros para retrotraerse mil años y tratar de desvelar alguno de los interrogantes que aún atesora este valioso enclave del norte de Gran Canaria.