En Gáldar no sentó nada bien su decisión sin contar con nadie. Y es que la señora, siendo alcaldesa y consejera de Transportes a la vez, aprovechó para beneficiar descaradamente a sus vecinos, dejando a los vecinos de Piso Firme sin transporte público durante varias horas del día consecutivas, para que las guaguas entre Agaete y Gáldar fueran directamente por la nueva GC-2, sin pasar por el barrio. Pero finalmente, su gozo en un pozo. Ha tenido que recular y de qué manera. La presión de los vecinos y del alcalde de Gáldar, con quien mantuvo una reunión este miércoles, acabó por obligarla a la rectificación definitiva.
Lo que no quedó bonito es el comunicado que enviaron desde su consejería después de esa reunión, en el que anuncian a bombo y platillo que el Cabildo amplia los horarios y el servicio de guaguas, sin decir que semanas antes se los había cargado de un manotazo. No está bien eso de intentar engañar o, cuanto menos, intentar transformar la realidad a golpe de comunicados, señora alcaldesa-consejera. Y menos cuando también estuvo el alcalde de Gáldar y su comunicado sobre la reunión, con lo que realmente ocurrió, puede dejarla en entredicho.
Parece que a la primera edil marinera le viene grande el puesto y más aún, cuando tiene que compatibilizarlo con una Consejería de Transportes que parece que tampoco está quedando a la altura, a juzgar por los numerosos problemas que está generando en su municipio vecino de Gáldar. Aquí también tuvo alguna que otra polémica cuando vino a visitar y anunciar el remiendo de la estación de guaguas y no avisó a nadie de la corporación municipal, cuando sabía que las peticiones venían del grupo de gobierno galdense y que, además, existía un proyecto mucho más ambicioso al que ha dejado completamente de lado, sin ni siquiera contemplar la posibilidad. Fue el enésimo desplante del Cabildo al municipio de Gáldar, a quien parece que se quiere dar lo justito al no compartir el mismo color político.
Pero en definitiva, esto de jugar a la política del descaro no es nuevo. Ya en Agaete estarán acostumbrados, y es que algo descarado sí es que marido y mujer, mujer y marido, se repartan intermitentemente la alcaldía de un municipio durante años. No parece que quede tampoco muy bonito esto a ojos de los ciudadanos. Pero estamos hablando del Partido Popular, donde la coherencia programática y de ideas se ha demostrado que brilla por su ausencia. Así que todo cabe, todo es posible. Hasta echarse encima a los vecinos de todo un barrio y a la Corporación de toda Gáldar, para luego recular obligada por la presión vecinal y mandar un comunicado irrisorio intentando venderlo como decisión propia, bonita y maravillosa. Qué wonderful todo, ¿verdad?
En fin, acumular cargos políticos es acumular responsabilidad con los ciudadanos, comprometerse a hacerlo bien, y no parece que se esté consiguiendo. Ya se sabe el dicho de que quien mucho abarca, poco aprieta.
Julio Mateo Castillo
Director de galdaraldia.es