El ‘problema’ de los dientes en los niños está en combinar la eficacia del flúor de los dentífricos para prevenir la aparición de caries y, al mismo tiempo, evitar que los niños demasiado pequeños ingieran flúor cuando aún no saben escupir, una sustancia que -en exceso- puede causar fluorosis. Esta afectación del esmalte (que puede teñir los dientes de color marrón) es más frecuente en el periodo de formación de los dientes, por lo que hasta ahora la recomendación más extendida era no usar la pasta de dientes hasta los dos años, y siempre en cantidades muy reducidas.

Sin embargo, la ADA considera que la prevención de las caries debe empezar desde las edades más tempranas, por lo que recomiendan usar pasta de dientes tan pronto como estos aparezcan, aunque eso sí, en cantidades muy pequeñas (menos de un grano de arroz).

«Queremos minimizar la cantidad de flúor para reducir el riesgo de fluorosis al tiempo que añadimos una herramienta para prevenir las caries en niños menores de dos años, que no habíamos recomendado hasta ahora», admite el doctor Jonathan Shenkin, un portavoz de la Asociación Dental Americana en declaraciones al diario The New York Times. Por ese equilibrio entre beneficios y riesgos insisten en que los niños deben escupir la pasta de dientes tan pronto como tengan capacidad para ello, «pero que no sean capaces de escupir no quiere decir que no deban usar al menos la mínima cantidad de dentífrico posible».

Una gasa con agua

Como destaca Antonia Domínguez, profesora de Odontología Infantil en la Universidad de Sevilla, lo ideal es comenzar a limpiar la boca del niño con una gasita húmeda desde que nace. «Esta higiene se debe incrementar desde el momento en que aparece el primer diente, hacia los seis meses, pero con una gasa humedecida con agua sigue siendo suficiente».

A su juicio, el empleo del flúor se debe individualizar, en función de los antecedentes y hábitos de higiene del niño (por ejemplo, los niños con antecedentes de caries en sus familais tienen más riesgo de desarrollarlas a su vez). Y, subraya, en cualquier caso, usar una cantidad de pasta muy pequeña para reducir el riesgo de intoxicación.

El cambio de criterio en EEUU (antes se recomendaba la limpieza sin pasta antes de los dos años) se produce después de una revisión de estudios publicada recientemente en la revista The Journal of the American Dental Association, en la que se demuestra que el flúor es eficaz en la prevención de las caries, aunque admiten que la evidencia es superior en niños mayores de seis años.

La Academia Americana de Pediatría Odontológica ha aplaudido la decisión de sus colegas, y remarca que el uso de pasta fluorada es especialmente importante en el caso de los niños con antecedentes familiares de caries, un hecho que aumenta el riesgo de que también ellos las tengan en el futuro.

Domínguez recuerda que los niños pueden usar dentífricos ‘infantiles’, que suelen tener uns abor más agradable que los de adultos, pero siempre que contengan la cantidad de flúor adecuada a cada edad. «Antes de lso dos años basta con 500 partes por millón, pero a partir de los dos años se debe aumentar a 1.000 partes por millón», concluye.

Fuente: El Mundo-Salud

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