Vivimos en un lugar tan espléndido que muchas veces ni siquiera somos conscientes de lo privilegiados que somos de disfrutar de unos paisajes tan hermosos, de vivir en una isla donde el mar está a un tiro de piedra de la cumbre y donde la naturaleza nos regala maravillas como estas.
Afortunadamente, el objetivo de Cayetano González pudo inmortalizar este magnífico tapiz de colores para disfrute de todos, desde el Faro de Sardina (Gáldar) para el mundo.
No es por fastidiar La poesia del articulo, pero esos dias estuve por la zona y si, el paraje podria ser idilico, el cielo y el mar lo son, la luz es muy especial en la zona, pero cuando miras al suelo la costa norte es toda una inmensa escombrera que da pena. Las posibilidades que tiene la zona de ser un bellisimo paraje natural se ve enturbiado por el abandono generalizado, podria extenderme en calificar el aspecto cochambroso del lugar pero me temo que el tema debe ser ya trigo trillado en mil foros… Ahi lo dejo caer.
Virtuosidad es lo que yo veo en la cámara de Cayetano González… con suerte no conozco el lugar; pero aunque fuera entre cascajos, me parece que pudo afirmar con fuerza la cámara para darnos lo mejor del espíritu humano: la sencillez y humildad conque nos atrevemos a tocar las manos de Dios.