A las 12 del mediodía de este sábado tendrá lugar el repique general de campanas y lanzamiento de salvas anunciando la llegada del día grande. Es la señal. A partir de ese momento, decenas de tenderetes de familiares y amigos se repartirán por toda la geografía del barrio haciendo tiempo hasta las 6 de la tarde.
Será justo a esa hora cuando el volador estalle en el cierro barrialense dándole permiso a la banda para comenzar a interpretar la melodía que manda la tradición. Durante algo más de cuatro horas la comitiva recorrerá prácticamente todas las calles del barrio, dejando tras de sí un rastro húmedo fruto de clamar a los vecinos que observan desde sus azoteas el archiconocido cántico de «agua, agüita, la rama está sequita».
Una vez concluya la Rama, la Plaza José Rodríguez Quintana acogerá una verbena prolongada a cargo de Miguel y el Grupo Arena, con el permiso de los fuegos artificiales que a la 1 de la madrugada iluminarán el cielo anunciando el día de la patrona.
Como preámbulo, la gran cabalgata de carrozas llenó de fantasía las calles del barrio la noche de este viernes. La lámpara maravillosa, unas animadas muñecas Barbies acompañadas de sus Ken, un peculiar shopping center lleno de las mejores marcas, unas sugerentes cup cakes o el continente sumergido de la Atlántida, sin olvidarnos de las reinas de las fiestas acompañadas de unas matrioskas rusas fueron las alegorías elegidas para las carrozas que desfilaron llenas de niño, jóvenes y mayores del barrio.
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