Afortunadamente todo quedó en un susto y no hay que lamentar ninguna desgracia, más allá de los daños materiales ocasionados.
Hasta el lugar se desplazó una ambulancia del SUC, Bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria y agentes de la Policía Local de Gáldar, que se encargaron de instruir las correspondientes diligencias.