La jornada ‘Los registros de mi piel’ tendrá lugar el próximo viernes 20 de enero a las 19 horas en el Centro Cultural Guaires de Gáldar, fruto de la colaboración entre FICAE (Festival Internacional de Cortometrajes y Arte sobre Enfermedades) y la asociación Psoriasis en Red.

Esta iniciativa comenzó en octubre de 2015 con el programa “MeetingDoc – Psoriasis” cuyo objetivo principal fue el de generar y difundir contenido audiovisual de corte documental relacionado con el mundo de la psoriasis y la artritis psoriásica, a partir del encuentro entre alumnos/artistas y pacientes.

Tras los cinco films, que hablarán del estigma (“En mi piel”), el amor (“No se puede elegir”), la solidaridad (“PsoriAfectado”), el aislamiento (“Psoriasis: The Game”) y la aceptación (Artritis psoriásica: El mal invisible”), habrá un coloquio posterior moderado por Sebastián Santana Pérez, tesorero de Psoriasis en Red; con Sinforiano Rodríguez Moreno, Concejal de Sanidad de Gáldar y Director de Geriatría del Hospital Doctor Negrín; Juan Pedro de la Morena Rubio, Vicepresidente de Psoriasis en Red; Javier Garrido Novoa, Secretario de Psoriasis en Red y Jorge Ayuso Molina, vocal de Psoriasis en Red. Todo ello presentado por el codirector de FICAE, Ricard Mamblona, y la presidenta de Psoriasis en Red, Celia Marín.

Las proyecciones de los cinco documentales que forman parte de ‘Los registros de mi piel’ son gratuitas.

FICHAS TÉCNICAS:
Los registros de mi piel
No se puede elegir, 10’28”, Miguel A. Zamora, Wendy Vilchis, Nour Abida, Asen Marcov.

Mireia es enfermera, su vida se centra en ayudar a los demás. Su marido y su hija de 6 años lo son todo para ella. A sus 38 años, ha pasado por muchas etapas en su vida con la psoriasis, algunas muy duras. Pese a que sabe que tiene que abandonar el tratamiento durante un largo periodo, con las consecuencias dramáticas que ello puede conllevar, ha decidido ir en busca de un segundo hijo. Todo gira en torno al amor y la dedicación.

PsoriAfectado, 7’26”, Alba Barbosa, Clàudia Torres, Raquel Martínez, Carmen Castelló.

Juan tiene 75 años, es viudo y sus tres hijos y nietos viven fuera del país. Ha convivido con la enfermedad desde que era pequeño, pasando por momentos realmente críticos. A pesar de ello y de la soledad por la que le ha tocado vivir en este momento de su vida, nunca ha perdido el entusiasmo y ayuda a los más jóvenes a entender y aceptar la psoriasis. Uno de sus hijos heredó la enfermedad, sombra que le ha perseguido toda su vida. A menudo pregunta por la piel de sus nietos…

Psoriasis: The Game, 6’43”, Albert Renedo, Ane Barcena, Irene López, Javier Verde, Santiago García. Iris tiene 32 años, su máxima afición son los videojuegos. Trabaja 9 horas de pie atendiendo al personal. Busca un trabajo asumible a su condición de paciente de psoriasis y artritis psoriásica. Todo su mundo lo ha trasladado a su piso, del que no suele ausentarse con demasiada frecuencia: sus videojuegos, sus películas, sus muñecos fantásticos… Todos conviven en un mismo espacio, el cual se ha convertido casi en un refugio de su propia enfermedad.

Artritis psoriásica: el mal invisible, 5’23”, Natalia Amisano, Natalia Arbó, Alicia Rojas, Albert Sureda, Luis Torrelles. Judit tiene 24 años. Es guapa, deportista, una chica actual; estudia y trabaja hasta donde puede. Nunca antes de iniciar el proceso del documental había hablado abiertamente sobre su enfermedad. Al principio solo eran pequeñas placas en la piel, pero ahora todo indica a que la enfermedad se desarrolla hacia una artritis psoriásica. Está aterrada y le cuesta mucho aceptarlo, de hablarlo con normalidad, de asumir que va a tener que renunciar a muchas cosas ahora y en el futuro.

En mi piel, 12’10”, Eduard M. Arcediano, Laura Rufas, Anna Clotet, Laura Royo, Miguel Trias de Bes. Jara tene 15 años y le gustaría ser modelo. Su padre tene psoriasis y, desde pequeña, descubrió que también la tenía. Al principio era feliz, nada parecía afectarle, hasta que en el instituto empezó a sentir rechazo por parte de sus compañeros. Pese al apoyo incondicional de su madre, vio como todo se derrumbaba, llegando incluso a propiciarse daños y lesiones fruto de la desesperación.

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