El Cabildo de Gran Canaria reanudó ayer jueves, día 6, los trabajos en las dos galerías del interior del Pozo de Tenoya, con la finalidad de recuperar los restos humanos de personas represaliadas y arrojadas en su interior durante la Guerra Civil Española que, como los primeros indicios apuntan, podrían localizarse a más de 35 metros de profundidad, entre ellos, según la tradición oral, algunos de los 11 desaparecidos de Gáldar en abril de 1937 que aún faltan por encontrar.
Durante la jornada de ayer volvieron a recuperarse de la galería sur más restos humanos inconexos, en total, cuatro fémures, dos derechos y dos izquierdos, que pertenecerían a dos personas y que, sumados a los recuperados en la galería norte el pasado mes de marzo, verificaría la existencia de restos de, al menos, cuatro personas.
El consejero de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Carlos Ruiz, acompañado de varios familiares pertenecientes a la Asociación de Memoria Histórica de Arucas, dio cuenta en la mañana de hoy, en el mismo Pozo de Tenoya, de la complejidad de los trabajos previstos que se llevarán a cabo en dicho enclave durante las próximas semanas.
Como señaló Carlos Ruiz “la intervención que se lleva a cabo tiene categoría arqueológica, y como advertía la tradición oral, cada vez estamos más cerca de asegurar que estamos ante uno de los pozos con restos de desaparecidos y represaliados tras el golpe de estado de 1936, que fueron arrojados al mismo entre marzo y abril de 1937. Los restos que siguen apareciendo confirma que es cierto lo que esa tradición sostenía y que en este lugar se arrojó a gente represaliada”.
Según Pino Sosa, que espera encontrar los restos de su padre en el interior del Pozo de Tenoya, confesó que vive estos hallazgos de manera contradictoria, “entre la alegría y la esperanza y el abatimiento y la tristeza, pero deseando que todo termine. Espero que esté aquí, porque pensábamos que estaba en el Llano de las Brujas. Desde que tengo uso de razón no he parado de buscar a mi padre”, señala Sosa, que pertenece a la citada Asociación.
Técnicos de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura del Cabildo, junto a arqueólogos especializados en técnicas forenses de la empresa Tibicena y operarios de Pozos Medina, trabajarán juntos en las próximas semanas en ambas galerías laterales del Pozo de Tenoya, en la nueva fase que técnicamente está considerada como una intervención arqueológica, siguiendo los protocolos de exhumación que marca la ley.
El día 13 del pasado mes de marzo aparecieron los primeros restos óseos de dos personas en el curso de los trabajos promovidos por este Cabildo que ejecuta la empresa especializada Pozos Medina SCP, con la finalidad de vaciar el Pozo de Tenoya y localizar los restos de un número indeterminado de represaliados en el año 1937.
Los huesos localizados correspondían al menos a dos personas adultas, presumiblemente varones, ubicados en la galería norte, de 1,70 de altura, situadas a 33-34 metros de profundidad con respecto al brocal del pozo. Por ello, y nada más verificar la existencia de los citados restos óseos, el Cabildo grancanario suspendió cautelarmente, según marca la ley, las tareas.
Fue entonces cuando los técnicos de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria redactaron la nueva propuesta de intervención y metodología aplicada que se inicia ahora en el pozo, para verificar la existencia de más restos humanos en los últimos 15 metros que aún faltan por excavar en esta obra hidráulica.
A partir de este momento, los trabajos van a centrarse en la exhumación, documentación, registro y levantamiento de los restos óseos humanos por parte de personal formado en arqueología forense, y con la supervisión en todo momento del Cabildo de Gran Canaria. En el curso de estos trabajos se verificará si los restos humanos mantienen vínculos anatómicos entre sí (lo que facilitaría las labores de individualización) o si, como parece, se ha perdido cualquier conexión esquelética entre ellos. Todo ello, sumado a una valoración inicial de los restos humanos que se vayan exhumando, permitirá determinar las circunstancias y las condiciones de la muerte de estas personas y, si es el caso, los agentes que hayan podido modificar el depósito inicial.
Todos esos trabajos, que requieren de una sistemática muy particular (y en unas condiciones complicadas) permitirán conocer con precisión el número de personas que fueron arrojadas al interior del Pozo de Tenoya y, muy probablemente, cómo murieron.
A partir de esta información se podrá hacer una valoración del coste de los estudios a desarrollar posteriormente, esto es, análisis bioantropológico (diagnóstico de todos aquellos elementos de caracterización personal: sexos, edad de muerte, altura, marcadores de actividad física, de salud, etc.) y la determinación genética para su identificación.
El Cabildo de Gran Canaria ya ha establecido los primeros contactos para, una vez culminados los trabajos de exhumación y teniendo la disponibilidad presupuestaria, puedan cuanto antes iniciarse los estudios antropológicos y genéticos.
La Asociación de Memoria Histórica de Arucas ha sido informada en todo momento de las acciones acometidas en el Pozo de Tenoya, así como del primer hallazgo de restos humanos y trámites seguidos en cada una de las fases (notificaciones, obtención de permisos, contratación, etcétera.)
Desde octubre del año 2013, fecha en la que se inician los complicados trabajos en el Pozo de Tenoya, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Sitio Histórico por su trágico protagonismo durante la Guerra Civil Española, no habían aparecido restos humanos en su interior. Sólo se habían extraído con mucho esfuerzo gran cantidad de piedras, desechos y maleza, escombros de construcción de todo tipo e, incluso, una motocicleta y el chasis de un camión.
En esta nueva fase, los arqueólogos y los operarios de Reparaciones de Pozos Medina SCP, empresa especializada en trabajos en pozos y galerías, cuyos trabajadores han participado en todas las fases anteriores de la excavación, así como en una actuación similar llevada a cabo en el Pozo del Llano de las Brujas, también en Arucas, del que se recuperaron restos de 24 de personas, compartirán el reducido y húmedo espacio de no más de cuatro metros de ancho del pozo a más de 30 metros de profundidad, mientras prosigue la extracción de sus sedimentos de su interior.
Hay que recordar que el hallazgo de los restos óseos humanos localizados el 13 de marzo pasado se produce cuando el Cabildo acometía la última fase de la intervención en el Pozo de Tenoya, y cuando se cumplen justamente 80 años de la desaparición de un indeterminado número de personas durante el mes de marzo de 1937, de las que la historia oral insistía en su muerte violenta y posterior arrojo al mencionado pozo. Entre ellos estarían varios desaparecidos de Arucas, pero también otros procedentes de los municipios de Agaete, Gáldar y de la capital grancanaria.
El Cabildo ha invertido hasta la fecha en estos trabajos que se han venido realizando en el Pozo de Tenoya desde hace cuatro, de acuerdo con una resolución adoptada por el Pleno de la Corporación de fecha 26 de abril de 2012, la cantidad de 253.154 euros.