La aprobación de la Cuenta General del Ayuntamiento de Gáldar del año 2016 ha vuelto a poner de manifiesto algo que es evidente desde hace unos años. La mejoría económica del Consistorio es incontestable a pesar de los votos negativos de seis de los 21 concejales de la Corporación. 5.649.832 euros de superávit bien podrían valer un voto a favor o, como mínimo, una abstención. Sin embargo, en algunas ocasiones, el egocentrismo político ciega realidades y anula voluntades.

En el año 2007 Gáldar era un municipio desolado. La deuda asfixiante que año tras año azotaba al Ayuntamiento había hundido al municipio en una espiral de pesimismo de la que parecía imposible escapar. La Junta de Gobierno local, prácticamente mes tras mes aprobaba la solicitud de créditos para poder hacer frente a otros solicitados anteriormente. Más de 500 trabajadores consumían cerca del 70% del presupuesto anual municipal. Comercios que cerraban y no había quien viera atractivo en invertir su dinero en el municipio. Y a la cúspide de esta pesada losa, 31 millones de euros de deuda que pesaban sobre todos los galdenses y les anulaba cualquier posibilidad de desarrollo.

Tan solo el empecinamiento de una persona, su alcalde, por acabar con este lastre se abría camino entre la vorágine de desmotivación en la que estaba sumida la ciudad. Y, afortunadamente, hoy la situación es drásticamente distinta: Gáldar es una ciudad saneada que afronta sus obligaciones y cada año cierra sus cuentas con más de cuatro millones de superávit, que le permiten eliminar más de dos millones de euros cada año de la deuda histórica del municipio.

En 2012, el montante total de la deuda histórica municipal ascendía hasta los 31.652.143 euros. A 31 de diciembre de 2017, las previsiones con las que trabaja la Concejalía de Hacienda que dirige Valeria Guerra es que descienda hasta los 19.719.190 euros. 12 millones de euros menos en cinco años.

El mayor montante de la deuda actual del Consistorio procede del crédito ICO con el que el Ayuntamiento afrontó el pago a proveedores. En total se solicitaron 10.075.005 euros para abonar las deudas contraídas con proveedores municipales a los que nunca se les había pagado, transcurriendo más de una década en algunos casos. Entre algunas de esas facturas se encontraban las millonarias de UNELCO que se dejaron de abonar entre 2003 y 2007, lo que provocó que Gáldar se llenara de motores de gasoil para proporcionar energía eléctrica a las dependencias municipales. También más de 2 millones a la empresa de recogida de basuras, que se adjudicó de manera irregular en el mandato de PP-UPG. Este crédito comenzó a amortizarse el pasado año 2016, y se prevé que a finales de 2017 descienda hasta los 9,1 millones de euros.

Las operaciones contraídas con entidades de crédito a largo plazo suponían en 2012 una carga de 7,3 millones de euros a las arcas municipales. El 31 de diciembre de 2017 esta deuda habrá descendido hasta los 2,7 millones. 4,6 millones menos de deuda a los bancos en cinco años, que se dice pronto.

Los créditos a corto plazo en 2012 ascendían hasta los 3,35 millones de euros. En diciembre, esta deuda estará en 1,6 millones, casi el 50% menos.

La deuda con la Tesorería de la Seguridad Social creció durante décadas hasta los 9,7 millones, porque hubo una época en la que el Consistorio no atendía las cotizaciones de sus empleados públicos. Esta deuda a finales de 2017 habrá descendido hasta los 6,08 millones y existe un calendario de pagos pactado hasta su completa amortización. Otras deudas históricas, como la contraída con la Agencia Tributaria que ascendía a 1,12 millones de euros ya ha sido totalmente amortizada a fecha de 31 de diciembre de 2016.

A estos datos hay que sumar que por primera vez en más de dos décadas Gáldar ha descendido su endeudamiento por debajo del 75%, lo que permitirá cumplir con todos los parámetros económicos exigidos por el Fondo Canario de Financiación Municipal. Para el recuerdo quedarán aquellos titulares en los que año sí y año también, se anunciaba que Gáldar debía destinar el 50% de estos fondos a saneamiento económico al no superar todos los ratios exigidos por el Gobierno canario. El próximo mes de septiembre, una vez se complete la auditoría del FCFM, el municipio tendrá el 100% de dicha cantidad para libre disposición.

Con estos datos, y de continuar la misma senda, cumpliéndose las previsiones a finales del mandato en 2019, el actual alcalde y su grupo de gobierno podrán presentarse ante los galdenses con el logrado mérito de haber reducido a la mitad la deuda municipal en tan solo 7 años, sin cerrar servicios y sin haber renunciado a las inversiones en el municipio. Un milagro económico que es comentado en todos los ayuntamientos de la isla y puesto como ejemplo a nivel estatal por técnicos del Ministerio de Hacienda.

De hecho, es ahora, gracias a esta mejoría, cuando el Consistorio puede por primera vez hacer frente a grandes proyectos, contando con un plan de inversiones a medio plazo (2017-2020) valorado en más de 17,5 millones de euros. Entre ellos, proyectos que constituyen grandes retos de futuro planteados por el alcalde, Teodoro Sosa, que sin duda contribuirán a continuar transformando Gáldar como la ciudad activa, dinámica y optimista que es hoy en día.

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