En las pasadas Fiestas Patronales de Nuestra Señora de los Desamparados de Barrial, la Asociación de Vecinos Amagro dedicó un homenaje a la labor humana y solidaria de un vecino del barrio Federico Vega Molina y en dicho acto el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa Monzón, propuso que una de las vías de las recién rehabilitadas viviendas sociales de Barrial llevara su nombre, propuesta que fue ratificada y aprobada por unanimidad del Pleno de la Corporación. Este jueves, en el acto de inauguración de dichas obras, ha sido inaugurado dicho pasaje con su nombre, arropado del calor de sus vecinos que se sumaron a este reconocimiento. Federico Vega, acompañado de su familia, solo tuvo palabras de agradecimiento a la Asociación Vecinal, al Alcalde y Corporación  por esta nominación. «Nunca pensé que en las calles donde jugaba de niño hoy llevaría mi nombre».

El concejal de Cultura y Fiestas, Julio Mateo Castillo, expuso su semblanza al numeroso público asistente. Con ella, recordó que Federico Vega Molina nació el 30 de marzo de 1959 en Barrial de Gáldar, concretamente en la zona de García. Hijo de Juan Vega Godoy y Josefa Molina Tacoronte, es el menor de los tres hijos de este matrimonio. Hasta los 7 años estudió en el colegio público de Barrial, pasando posteriormente al colegio Fernando Guanarteme de Las Palmas de Gran Canaria y al instituto de El Cristo.

A comienzos de los años 80, con 21 años, y junto a varios amigos, fundó el famoso conjunto “Falcon’s Boys”, con el que recorrieron prácticamente todo el archipiélago. Posteriormente, fue también miembro fundador de “Los Trotamundos”.

A los 27 años contrajo matrimonio con su esposa, María Elena Vega Díaz, de cuyo matrimonio nació su hija María Goretti Vega Vega. Su afición musical le llevó a forjar muy pronto una gran amistad con Manolo Martín Mederos, conocido cariñosamente por “Manolillo”, quien acudía junto al grupo a sus diferentes actuaciones.

Federico recuerda cómo Manolo comenzó a acompañarles por los distintos bailes que celebraban por el municipio, siempre con sus instrumentos, convirtiéndose prácticamente en uno más del grupo. Con el paso del tiempo entre todos se fue forjando una estrecha amistad, pero Manolo sentía una especial predilección por uno de ellos.

Esto hizo que Federico se sintiera en la necesidad personal de ayudar a la familia de Manolo en su cuidado diario, sobre todo al envejecer sus padres. Federico recuerda cómo la madre de Manolo, al fallecer su esposo, llorando se preguntaba que sería de su hijo al morir ella. Fue justo en ese momento cuando, sin pensárselo dos veces, Federico se comprometió con Fefita a hacerse cargo de él, algo que la llenó de alegría en tan duro momento.

Hoy en día junto a su esposa y su hija, los cuatro forman la familia Vega Vega, todo un ejemplo de amor, de lucha e ilusión por la vida. Además de sus cuatro abuelos, que se sienten muy orgullosos de contar con un nieto más. Todos ellos se esfuerzan para hacer más amable la vida de Manolo, facilitando su inclusión y normalización en la vida diaria de una ciudad como Gáldar.

Ejemplo de ello son los bailes de cada domingo en el Club de la Tercera Edad de Gáldar, los favoritos de Manolo y donde toca junto a los grupos invitados o los partidos de la U.D. Las Palmas, a los que está abonado y acude como un forofo más, los paseos casi diarios por Las Nieves, en Agaete, donde residen actualmente, o un sinfín de actividades diarias que colman la vida de Manolo.

En reconocimiento a este labor altruista, hoy Federico Vega Molina ya cuenta con una calle a su nombre en su querido Barrial.

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