La Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte de Gran Canaria aprobó en la Junta de Gobierno, celebrada en la mañana de hoy, una declaración institucional en apoyo a los municipios afectados por el voraz incendio forestal declarado en la cumbre de la isla. Un documento en el que los diez consistorios que forman el ente supramunicipal, instan a las diferentes administraciones competentes a la adopción con celeridad de las medidas necesarias para atender a las personas damnificadas y la reposición de las viviendas y explotaciones agrícolas y ganaderas devastadas por el fuego, así como para la recuperación de los ecosistemas dañados. Más de doce mil hectáreas quemadas de varios municipios de la Comarca Norte como son Artenara, Valleseco, Agaete, Moya, Santa María de Guía y Gáldar, además de Tejeda y San Mateo, en una superficie de gran protección por su alto valor ecológico y etnográfico.
No en vano, buena parte del territorio arrasado por las llamas albergaba explotaciones de agricultura y ganadería ovina, caprina y bovina para autoconsumo o venta local, además de queserías artesanales y del sector apícola. Varias de estas explotaciones quedaron completamente devastadas por el fuego, suponiendo la pérdida absoluta de la producción, y otras atraviesan serias dificultades para mantener la actividad al quedar desconectadas de los sistemas de riego o bien al haber desaparecido el alimento de los animales. En este sentido, la Mancomunidad entiende que esta situación requiere de la tramitación urgente de las ayudas públicas y de la movilización de los medios técnicos y humanos necesarios para evitar el agravamiento de las consecuencias indirectas del fuego. Sumándose a la tragedia medioambiental importantes pérdidas económicas para numerosas familias y la reducción de las plantaciones y ganados a corto plazo.
Al mismo tiempo, el impacto que ha tenido el devastador incendio en el paisaje ha sido muy negativo para el turismo de la cumbre de nuestra Comarca, cuyos efectos ya han sufrido los pequeños negocios que habitualmente viven del turismo rural, senderismo, ciclismo, restauración, etc., ya que desde la fecha del incendio han dejado de visitar nuestros municipios cientos de personas. Especialmente preocupante es la cancelación de la mayor parte de las excursiones por parte de los touroperadores.