Una forma de completar las colecciones de la manera más sencilla, como toda la vida, intercambiando los cromos repetidos.

El intercambio de cromos nunca va a pasar de moda. Los pequeños (y no tan pequeños) se siguen pirrando por ir al quiosco a comprar nuevos sobres de su colección, con la esperanza de que les toque su jugador (o cromo) favorito.

Para completar aquellos que se les resisten, se pueden intercambiar en cualquier patio de colegio, pero la Casa del Coleccionista de Gáldar da la opción de juntarse en un único punto de encuentro en común para todos los coleccionistas, y así crece el tamaño del mercado y con ello su utilidad, pues es más fácil encontrar los cromos que nos faltan.  Por ello ofrecen el patio de su Entidad, todos los sábados, de 10:30 a 13:00 horas.

La iniciativa está dirigida a todas las edades, tanto para la infancia, como para la juventud, madurez o mayores. Todos caben en esta faceta de coleccionar cromos. 

En el caso de los más pequeños es importante que ellos compartan y aprendan a intercambiar. Tiene que ser una operación en la que ellos puedan disfrutar.  Debajo de estas cartulinas los niños tienen una excusa para socializar, interactuar y aprender a negociar entre ellos.

Es una ocasión ideal para reforzar las matemáticas, anotar y ordenar números y otras competencias. Todo ello sin darse cuenta y con la posible alegría de dar un paso de gigante en la conclusión de un álbum. 

Puedes quedar con amigos, o interactuar con coleccionistas nuevos. Busca quien intercambie aquellos que les falta. “¿Quién me cambia de la Liga?, “cambio de Animales“, “¿Cuántos normales quieres por cada “último fichaje”?”…

El valor de las cartas depende de muchos factores (rareza, calidad en el juego, antigüedad, estado físico de la carta, etc….), y de ello depende el intercambio. 

Esperamos oir muchas expresiones como “este lo tengo repe, me lo cambias?”, o “te lo doy si tu me das cinco” y “sile”, “nole”…

El fútbol sigue siendo el rey.  No hay duda, la de La Liga es la reina de todas las colecciones. De todos los fanáticos de los cromos, no sería exagerado decir que el 95% de ellos hacen la colección anual de fútbol.

También hay otras colecciones de cromos como la de Frozen, animales, Dragon Ball, Disney, la patrulla canina, Harry Potter, Geo Ciencias 71, Vida y Color 65, Super marcas, etc., pero son clara minoría ante el deporte rey.

Como curiosidad sobre el origen del cromo, decir que El antecesor más antiguo del cromo tiene más de tres mil años de antigüedad. Se trata de ilustraciones talladas en madera o grabadas en cerámica que eran intercambiadas por los jóvenes sumerios en algunas zonas de Oriente Medio. Aun así, se considera que el antecedente más directo del cromo es el sello postal. Los primeros fueron emitidos por el servicio de correos británico a partir de 1840.

Poco más de una década después, en 1848, nacían los cromos tal y como los conocemos hoy, incluidos junto a una figurita en los paquetes de los productos de la empresa de chocolates Poulain. Nacía así también una existosa estrategia de marketing que, durante mucho tiempo, fue la principal impulsora del coleccionismo de estampas.

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