La Casa-Museo Antonio Padrón-Centro de Arte Indigenista de Gáldar inició este sábado los actos de celebración de su 50º aniversario con la apertura de la exposición ‘La ciudad superpuesta. Los templos y columnas del conocimiento’ del pintor Cristóbal Guerra y con un concierto de la Gran Canaria Brass Quintet.

Con este acto, incluido en el programa cultural ‘Mayo-Museos’, se abre la celebración del cincuentenario de la creación del Museo Antonio Padrón, actualmente denominado Casa-Museo Antonio Padrón-Centro de Arte Indigenista, que se extenderá durante el año, con exposiciones, seminarios, conferencias y conciertos.

Esta celebración pretende también subsanar, de alguna manera, la imposibilidad de celebrar el pasado año, con motivo de la pandemia, el centenario del nacimiento del artista, que ha impedido llevar esta efeméride a la Expo de Madrid y realizar el hermanamiento indigenista previsto en México con el museo de Frida Kahlo.

Este emotivo acto contó con la presencia de la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina, la directora general de Patrimonio Histórico y Cultural del Gobierno de Canarias, Antonia María Perera, además del alcalde de Gáldar y consejero de Presidencia, Teodoro Sosa. Asimismo, estuvo presente el director insular de Patrimonio Histórico del Cabildo y cronista de Gáldar, Juan Sebastián López García, y el director de la Casa-Museo, Cesar Ubierna, además del pintor galdense, Cristóbal Guerra.

La consejera Guacimara Medina aseguró que este sábado era un día memorable y especial, no solo para Gáldar sino también para toda Gran Canaria, y destacó que este acto está ligado a la figura de Doña Lola, Dolores Rodríguez, tía del pintor y artífice de gran parte de la historia de la Casa-Museo. “No solo hay que destacar la figura y la obra del pintor, como cada año, sino también la importancia de seguir contando con un representante y un referente cultural como es Antonio Padrón, un hombre que nació, vivió y murió en este municipio, sellando un vínculo indisoluble con la historia de Gáldar”, explicó.

Por su parte, Antonia María Perera entregó a Guacimara Medina la placa del sello de calidad de la Red de Museos de Canarias, otorgado por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno autonómico a la Casa-Museo este año. Además, alabó la figura del pintor y explicó que la memoria de Antonio Padrón “nos llega en forma de pinceladas indígenas de colores y piedras talladas a las que le saca rostro interior”.

Por otro lado, Teodoro Sosa anunció durante el acto que Dolores Rodríguez, recibirá a título póstumo, en el marco de las Fiestas de Santiago, el título de Hija Predilecta por el mérito de donar la obra de Antonio Padrón y por haber sido una mujer ejemplar. Asimismo, también anunció el visto bueno de la Viceconsejería de Justicia del Gobierno de Canarias para liberar la planta alta de esta Casa-Museo y trasladar el Juzgado de lo Social, por lo que podrá ser ampliada.

El cronista de Gáldar destacó que “gracias a Doña Lola, el Museo y Antonio Padrón son epicentros de arte en Gran Canaria y la creatividad isleña se manifiesta con aportaciones como la del pintor Cristóbal Guerra. Antonio, desde su presente eterno que es la Casa-Museo, fomenta el arte y se crea patrimonio cultural para el futuro”. Por último, Guerra explicó que era un honor exponer y compartir un espacio tan mágico como es el jardín de esta Casa-Museo.

Los asistentes, además, pudieron disfrutar del concierto que comenzó con una llamada de bucio y al ritmo de chácaras y tambores en el Pasaje de Antonio Padrón, junto a una estructura creada exprofeso para la ocasión por Cristóbal Guerra, para continuar después con un recorrido por la exposición ‘La ciudad superpuesta’, que podrá visitarse hasta el 30 de mayo, de martes a domingo de 10:00 a 18:00horas.

Historia de la Casa-Museo

El 8 de mayo de 1971, tres años después de la muerte del pintor el 8 de mayo de 1968, se crea el Museo Antonio Padrón tras un acuerdo de los herederos, sus hermanos y hermanos. Se trata de una de las iniciativas privadas pioneras en Canarias. En 1981 fue adquirido y pasó a ser gestionado por el Cabildo de Gran Canaria.

Su creación fue propiciada por una figura de especial trascendencia, Dolores Rodríguez, su tía, con la que vivió desde su infancia, tras el temprano fallecimiento de sus padres, que hizo posible que toda la obra que se encontraba en el estudio del pintor en el momento de su muerte repentina, haya permanecido en él hasta la fecha.

Por ese motivo, la Casa-Museo hizo un reconocimiento al papel de esta mujer singular, mecenas del museo y filántropa de los estudios de muchas vocaciones. Y también reconoció la labor museográfica realizada por sus amigos Felo Monzón, Lázaro Santana y Josefa Medina, educadora, artista y activista en defensa del patrimonio Cultural, cuyo nombre lleva hoy la Academia Municipal de Pintura.

La Casa-Museo Antonio Padrón es una institución museística que adquiere, conserva, estudia, expone y difunde, con fines de estudio, educación y disfrute, la obra del pintor galdense y de la corriente que se planteó la necesidad de fundar una tradición artística insular que reflexionase sobre sus signos de identidad, que pudiera reflejar el modo de ver la naturaleza insular, así como el modo de interpretar su realidad social: el indigenismo.

Exposición de Cristóbal Guerra 

‘La ciudad superpuesta. Los templos y columnas del conocimiento’ atesora en parte la muestra que ya se exhibió en la Casa-Museo León y Castillo y en La Fortaleza de Ansite, aunque en esta ocasión hay nuevas piezas ya que se ha incorporado la concepción de la Casa-Museo Antonio Padrón como palacio del conocimiento. ‘La ciudad superpuesta’ es un proyecto en el que Cristóbal Guerra ha estado trabajando intermitentemente desde 1988.

Este centro museístico de Gáldar acoge ahora casi medio centenar de obras, con cuatro nuevos murales y tres nuevas estructuras de hierro de plantas cruciformes, de dos metros de alto por más de cinco de diámetro, distribuidas en el interior y el exterior del recinto. Una de ellas, ubicada junto a la iglesia.

Esta exposición está inspirada en la historia de su ciudad natal, Gáldar, en la historia de la mítica Agáldar, antigua sede de los Guanartemes de Gran Canaria, de su Palacio Real y su corte. Y es que en los años 70 se podía ver como al tirar algunas casas de las manzanas ya consolidadas, aparecían los primeros restos de las antiguas viviendas prehispánicas, las hileras de piedras dejaban ver las cimentaciones de las plantas cruciformes. Los trozos de cerámicas decoradas con el rojo almagre, se mezclan con la cantería tan común de nuestras viviendas. Basalto y toba volcánica han pasado de centurias en centurias, reutilizadas para seguir dando cobertura a la luz atlántica.

De sus ruinas y de las excavaciones en el entorno de la Cueva Pintada emergen sus pinturas que recrean e imaginan las estructuras cruciformes de las viviendas aborígenes.

A finales de los años 80, cuando se inicia el cerramiento del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, nace la primera carpeta de dibujos: Zócalo Rojo, que daría paso a las series de ‘La ciudad superpuesta’ y ‘El palacio de los guanartemes’. Se trata de series que están compuestas por lienzos de varios formatos desde 20×20 centímetros hasta más de tres metros.

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