Este sábado, Gáldar despertó con la noticia del fallecimiento a los 91 años de edad de Bartolomé Mendoza Padrón, conocido popularmente como ‘don Bartolo el practicante’, Medalla de Oro de la Real Ciudad de Gáldar, distinción que recibió en el año 2014 en el marco de las Fiestas Mayores de Santiago. Nada más conocer la noticia el alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa, ha trasladado su más sentido pésame en nombre de la corporación municipal a su esposa, hijos y familiares

El alcalde ha querido recordar su figura destacando su extraordinaria humanidad y sacrificio a la hora de desempeñar su labor profesional como practicante “en tiempos en los que ni las técnicas ni los medios eran tan avanzados como los que disponemos hoy día”. Aún así, y en virtud de ese sacrificio, “don Bartolo siempre será recordado en Gáldar como un hombre que contribuyó a sanar y aliviar a cientos de enfermos sin descanso. Su carácter, afable y cercano, hizo que se ganara la confianza de muchos vecinos y fuera considerado un miembro más de la familia en muchos hogares galdenses”.

Y es que los valores del sacrificio y la humildad estuvieron vinculados a su persona desde muy joven, comenzando a trabajar desde temprana edad y estudiando por las noches, asistiendo a las clases que impartían algunos maestros entonces. También acudía a clases de música, por la que sentía gran pasión, llegando a formar parte de la Banda Municipal de Música de Gáldar. Sin dejar de trabajar, a los 16 años empieza el bachillerato y a los 24 termina la carrera de practicante por la Universidad de Granada.

Nacido en el barrio de Marmolejos, Bartolomé Mendoza hizo su vida en el barrio de San Isidro, donde formó familia junto a su esposa, Nélida Suárez, de cuya unión nacen sus tres hijos: Bartolomé José, Ángel Jesús y MaríaLourdes. Es en este barrio donde también ejerce un arraigado compromiso social, llegando a ser nombrado presidente del antiguo teleclub en 1969 por invitación de sus vecinos. 

Como él siempre recordaba “el teleclub era como un motor en el que todas las piezas eran imprescindibles y tenían que estar coordinadas para que funcionaran. A las piezas pequeñas había que mimarlas porque de ellas dependía que el motor funcionara bien durante muchos años. Esas piezas eran los niños y jóvenes, a los que había que motivar para que tomaran iniciativas y si las propuestas eran viables, apoyarlas para que las pudieran realizar: esa fue una de las claves de éxito del teleclub, que años más tarde se convertiría en el Centro Cultural Agumastel”.

Y así, rodeado de una extraordinaria directiva y con la complicidad del barrio, el ‘Agumastel’ se convertiría en centro neurálgico del barrio, organizando y participando en las Fiestas Patronales durante años; semanas culturales, destacando entre ellas las dedicadas a los ciclos de Cultura Popular Canaria, al igual que la representación de los Autos de Navidad, Reyes Magos y en especial el de la Semana Santa, entre otras actividades.

Por todo ello, en el año 2014 fue distinguido con la Medalla de Oro de la ciudad, reconociendo esa trayectoria vital que ha dejado huella en la sociedad galdense, que hoy lamenta su pérdida.

Su capilla ardiente ha sido instalada en el Tanatorio municipal de San Isidro, donde este sábado a las 18.30 horas tendrá lugar la celebración de la palabra y su sepelio tendrá lugar mañana domingo a las 12 horas en el Cementerio de San Isidro. Su funeral será el 2 de septiembre a las 19 horas en la Parroquia de San Isidro Labrador.

Descanse en Paz.

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